Aparece el cuerpo sin vida del joven gallego perdido en Picos de Europa

Dos guardas del parque nacional fueron quienes en la mañana de ayer, alas 10.45 horas, encontraron el cadáver del joven pontevedrés David Rey Lorenzo, de 28 años de edad. El hallazgo se produjo gracias a la corazonada de uno de ellos, que volvió a revisar una zona próxima a la canal de Tras la Envernosa, en al cara sureste del Macizo Occidental. Tras avisar a los guardias civiles, que habían tomado otro itinerario de búsqueda, y a los familiares, que esperaban en Cordiñanes, comenzó el rescate del cuerpo que se prolongó hasta pasadas las cuatro de la tarde. En las labores de rescate participaron los dos guardas del parque que encontraron el cuerpo, tres miembros de Greim, dos vecinos de Caín que se sumaron a las labores y uno de los hermanos de la víctima. Los persistentes bancos de niebla que afectaron a la zona impidieron la utilización del helicóptero, lo que forzó a que la evacuación se hiciese a mano por un terreno angosto hasta conseguir sacar el cuerpo, descendiendo, al paraje de La Peguera. Un coche fúnebre esperaba el cadáver para llevarlo a León y practicarle la autopsia. Habitual de Picos David Rey Lorenzo, soltero y con 28 años era el menor de tres hermanos. Vivía en Mondariz junto con sus padres, Raimunda y Julio. Trabajaba de guarda jurado en el hotel Meliá de la localidad y había abandonado su trabajo en Vigo para mudarse a vivir con sus padres. Era un montañero aficionado que había venido a Picos en varias ocasiones, aunque por el lugar donde se produjo el accidente, no conocía esa zona concreta. Consternación familiar Raimunda comentaba entre sollozos que su hijo salió del pueblo de madrugada y que había dormido poco. Le intentó convencer de que durmiera algo por el miedo a la carretera, pero sus prisas por llegar a Picos evitaron que le pudiera convencer. «Yo tenía miedo, pero por la carretera, no pensé en que le pasara esto», manifestó Raimunda. Según el parecer de algunos miembros del equipo de rescate, el lugar concreto donde el joven perdió la vida no era de los más peligrosos, pues tiene zonas llanas amplias e incluso arbolado, por lo que pudiera tratarse de un mal paso o un resbalón, además de haber equivocado el camino. La escasa apariencia de peligro de la zona fue lo que hizo que el jueves los guardas del parque omitieran buscar exhaustivamente en ese lugar, dedicándose a mirar en otros sitios donde las probabilidades de que un accidente como éste tenga lugar son mayores. El director del Parque Nacional, Rodrigo Suárez Robledano, destacó el esfuerzo del personal del parque en este rescate, señalando la importancia de que los montañeros tengan en cuenta los riesgos existentes. «Es importante que los montañeros que se acercan a Picos valoren los riesgos existentes en las zonas más abruptas, descartando especialmente las travesías en solitario, pues se multiplican los riesgos». Los familiares agradecieron el esfuerzo realizado durante el rescate hasta sacar el cadáver de la angosta zona. Año tras año los Picos de Europa cobran su tributo entre los amantes de la montaña que se acercan a los macizos calizos en busca de la belleza de sus paisajes, de los retos personales o simplemente para evadirse un par de días del ajetreo diario. Picos de Europa no forman un gran conjunto montañoso, ni por sus dimensiones de apenas treinta por cuarenta kilómetros, ni por su altura máxima, ninguna cumbre supera los 2.650 metros, muy lejos de los techos peninsulares de Sierra Nevada o Pirineos, muy por encima de los 3.000 metros, pero infinitamente menos abruptos y complicados. Picos es el reino de la verticalidad, donde no es necesario ascender durante horas para llegar a una cota y encontrar entonces las dificultades, existiendo multitud de zonas a menos de 500 metros sobre el nivel del mar donde cualquier traspié puede acabar de forma fatal. David Rey perdió la vida apenas a 1.100 metros, más o menos la cota a la que se encuentra Caldevilla. Además de las condiciones peligrosas del relieve de Picos hay otros factores que multiplican el riesgo de accidente, como es el hecho de que se trata de unas montañas muy emblemáticas que son visitadas por miles de montañeros cada añom, que a su vez cuentan después las maravillas de sus travesías, y es aquí donde se hace necesario el ejercicio de responsabilidad, especialmente en foros públicos como los de Internet, donde quien expone no conoce a todos los que leen sus hazañas ni su nivel de preparación o conocimiento del terreno, pudiendo estar animando a algunas personas inexpertas a meterse en zonas problemáticas. En Picos de Europa el conocimiento de las rutas es fundamental, pues lo angosto y estrecho de las canales ponen en bandeja la equivocación del itinerario que, en el mejor de los casos, se resolverá con un rato de angustia al toparnos de frente con el peligro ignorado hasta ese momento. Pero una de las precauciones a tener siempre en cuenta es no adentrarse en rutas de cierto riesgo en solitario, especialmente si no se conoce la ruta de otras veces, además de compartir las sensaciones, puede que sea cuando más apreciemos una mano amiga.