Ocho de cada diez euros manejados por la Diócesis de León los pone el Estado

El 78,3% de los fondos que maneja la Diócesis de León proceden de fondos públicos, bien por la dotación estatal canalizada a través de subvenciones o por la asignación tributaria del 0,5% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que se convertirá en un 0,7% a partir del año 2008. Los datos corresponden al año 2005 -los ejercicios económicos diocesanos son como el IRPF, a año vencido-, aunque fueron difundidos por el Obispado en el boletín oficial del 1 de noviembre, coincidiendo con la presentación del Día de la Iglesia Diocesana que se celebrará el próximo día 19. El año pasado, los donativos de los fieles aportaron a la diócesis 62.189 euros. Según estos datos, de los 3,5 millones de euros que manejó el obispado, la aportación estatal ascendió a 2,2 millones, que, a excepción de los 78.000 euros de las subvenciones públicas, procedieron íntegramente de los ciudadanos que donaron su parte del IRPF a la Iglesia. Condición desde los años 70 La evolución de las campañas de la renta entre los años 1987 y 2005 desvela que el principal activo financiero de la Iglesia sigue siendo el impuesto eclesiástic o que procede de la obligación asumida por el Estado con la Santa Sede en los acuerdos de los años 70 y que todavía hoy condicionan diversos aspectos de la vida social, cultural y educativa de la provincia. Dentro de dos años, estos acuerdos serán modificados para que la Iglesia deje de recibir ayudas directas -a excepción del IRPF, que se le incrementará- y empiece a pagar el IVA en sus transacciones, privilegio del que gozaba hasta ahora. Hablar de autofinanciación de la Iglesia parece una utopía, sobre todo cuando se conoce que sólo uno de cada tres contribuyentes tacha la casilla del IRPF que beneficia al obispado. Las grandes cifras de la diócesis también revelan el superávit de 112.695 euros conseguido por el titular de este obispado, monseñor López Martín. Mientras que los ingresos ascendieron a 3,604 millones de euros, los gastos no llegaron a los 3,5 millones. Ingresos y honorarios Los ingresos de gestión, los procedentes de inversiones financieras y los generados a través de recursos extraordinarios ascendieron a 684.000 euros, una cifra que es tres veces menor a los pagos que tiene que afrontar anualmente el obispado para pagar los honorarios y haberes del clero, cuyos sueldos rondan de media los 600 euros. A esto hay que sumar las cargas que suponen las 4.000 entidades y fundaciones de León vinculadas a la Iglesia, que supusieron un gasto de 207.618 euros. En este paquete se encuentran colegios, residencias, centros asistenciales, grupos de ayuda al tercer mundo, asociaciones y cofradías. Los presupuestos no se consolidan de una manera fija, por lo que cada entidad tiene sus ingresos y sus gastos. Los centros dependientes de las congregaciones de religiosos y religiosas también tienen total independencia adminsitrativa de la diócesis, por lo que tampoco entran en los presupuestos.