Tras remitir el temporal, los trabajos para restablecer la normalidad se extenderán al fin de semana
Las máquinas limpian 3.000 kilómetros de accesos a los pueblos más pequeños
Treinta tramos están afectados por la nieve y el hielo, que cierran aún siete puertos de montaña
Un hombre regresa a su domicilio tras recoger el pan en Casares
La firma del temporal es palpable en la mitad norte de la provincia leonesa, donde aún se registran problemas de movilidad y acceso por carretera a las localidades más pequeñas. Los operarios de las máquinas quitanieve se esmeran casi sin descanso para limpiar de nieve pequeñas carreteras y caminos vecinales, únicas vías que tienen los pueblos más pequeños -en algunos casos comarcas enteras- para comunicarse. Hasta 3.000 kilómetros, dos terceras partes de la red que gestiona la Diputación. La ventisca que ha continuado tras remitir la intensidad de las nevadas en el extremo norte reduce los efectos del trabajo: «Ocurre que en esas condiciones lo que limpiamos en un recorrido se vuelve a tapar al instante», recordó Blas Castrillo, jefe del parque móvil provincial. La estampa es común; en algunos puntos se produjo a lo largo de la jornada de ayer la llegada de las quitanieves. Así, los habitantes del valle de Arbas pudieron volver a circular con sus vehículos, atrapados por grosores de nieve de hasta 60 centímetros. El hielo ha empeorado la situación en las últimas 24 horas. La Junta alerta de la persistencia de nieve y hielo en hasta treinta tramos de carretera. El parte de la DGT recuerda que hasta siete puertos de montaña permanecían ayer tarde cerrados; otros diez con cadenas. En estas circunstancias es comprensible que 1.430 alumnos no pudieron asistir a clase.