La montaña oriental suma dieciséis ejemplares de oso pardo

Según un estudio realizado por los naturalistas Iñaki Reyero y Javier Fernández García, se constata la presencia de hasta diez ejemplares de oso pardo en la montaña de Riaño y seis en los valle de Lechada y Naranco. El trabajo de campo «confirma la importancia de estos espacios, afectados por la construcción de la Estación de Esquí de San Glorio». Según destacan en su estudio, «el oso se encuentra presente en la zona de San Glorio durante todo el año». Esta amplia zona entre las provincias de León y Palencia, no sólo es un refugio invernal para estos plantígrados, también es un espacio de «recolonización» donde se ha detectado la presencia de dos grupos familiares, «que abren la puerta a la esperanza de la expansión de este mamífero hasta el oeste y la posibilidad de que puedan producir nuevos nacimientos en los montes de Riaño, después de catorce años sin registros al respecto». Además, los valles de Lechada y Naranco, donde se ha confirmado la presencia de este grupo de osos, «pasa por ser uno de los mejores corredores biológicos entre Cantabria y las provincia de Palencia y León», señalan Reyero y Fernández. De hecho, el gran reto del nuevo Plan de Recuperación del Oso Pardo que ha elaborado la Junta, es crear unos pasos que garanticen la comunicación entre las poblaciones oriental y occidental de osos pardo. En este documento se plantea como uno de los objetivos , «asegurar la conectividad entre las poblaciones y promover la expansión de las áreas reproductivas». Los naturalistas consideran que el estudio «deja claro que hay que conservar este patrimonio natural, las poblaciones de oso pardo», en un paraje donde se pretende construir una estación de esquí, por lo que instan a las administraciones «a hacer cumplir la ley y proteger la integridad de estos parajes».