Catorce localidades leonesas están afectadas por la presencia del mal que acaba con los frutales
La Junta inmoviliza las colmenas para evitar el avance del fuego bacteriano
Los técnicos inician las medidas preventivas para frenar la enfermedad en la Sobarriba Marcaje
Los servicios veterinarios de la Junta de Castilla y León han comenzado a ejecutar las medidas previstas para evitar la propagación del fuego bacteriano en la comarca de la Sobarriba. La inmovilización de las abejas rige desde ayer para los colmenares asentados en localidades como Villavente, uno de los catorce términos en los que se ha declarado la presencia de la bacteria en especies de frutales o plantas ornamentales. La inmovilización de colmenas se adopta para acotar una de las vías de contagio de la erwinia amylovora, que en el último avance se ha localizado por amplias áreas del entorno de la capital leonesa, incluido este término municipal, los valles próximos a La Magdalena y dos términos del Bierzo. Paradilla, Solanilla, Villavente, Armunia, León, Otero de las Dueñas, Selga de Ordás, Cueva de Viñayo, Viñayo, Carrocera, La Carrera del Otero, Bárcena y San Andrés de Montejo deberán liquidar en un plazo mínimo de cuatro meses y un máximo de seis todas las especies arbóreas afectadas por fuego bacteriano. Los árboles frutales de pepita, perales y manzanos, principalmente, son los que más susceptibles de contagio con la bacteria que acaba por arrasar cualquier síntoma de vida en la especie a la que ataca. Las organizaciones agrarias solicitan a la Junta de Castilla y León medidas excepcional fuera del ámbito agrícola u hortícola para actuar de forma contundente contra el fuego bacteriano que se manifiesta en algunas plantas ornamentales de jardín que se presentan como principales transmisoras de la enfermedad. La administración declaró la semana pasada la existencia de fuego bacteriano en catorce localidades leonesas asentadas en cuatro comarcas diferentes y distantes entre sí. En base a esta declaración se ha dispuesto la normativa vigente, que se establece en reales decretos de los años 1999 y 2002. Con base de experiencia en la lucha que se aplicó durante el año 2006 en la comarca de la Cepeda, donde se produjeron focos que atacaron con virulencia a los huertos de fruta de esta zona de León, los técnicos deAgricultura han dispuesto un plan de ataque al fuego bacteriano que se inicia ahora con el arranque de árboles y obliga una cuarentena de las zonas afectadas.