Diario de León

El pantano luniego sólo ha mejorado en dos hectómetros sus reservas hidráulicas desde octubre

La sequía del Luna pone en peligro toda la actividad agraria del Páramo

Los afectados reconocen que sólo tienen agua para sostener los cultivos durante un mes

La reserva del Luna no ha mejorado desde octubre

La reserva del Luna no ha mejorado desde octubre

Publicado por
L. Urdiales - redacción
León

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La escasez de agua de los pantanos expone al campo leonés a una situación de pérdidas incalculables. Un mes antes de que la comisión de desembalses decida el reparto para la campaña de riego, sólo la presa del Porma ofrece reservas para garantizar la demanda estival, de acuerdo con el gasto fijado en las últimas campañas. «El Luna está para dos riegos», asumen con resignación los agricultores parameses, que deben comenzar en las próximas semanas el laboreo para preparar miles de hectáreas para la siembra de maíz o remolacha, conscientes de que no sacarán los cultivos adelante más de un mes si no media una inversión drástica en la meteorología. Un milagro, casi, si tras la primera parte de invierno rácana en precipitación la bolsa de la reserva hidráulica del alto Luna -que surte a veinte mil hectáreas de regadío leonés- ofrece signos de mejora al inicio de la campaña. El pantano luniego, que vuelve a índices de raquitismo dos años después, no cuenta con más de 87 hectómetros cúbicos de agua (una cuarta parte de su capacidad total). «Las cuentas son bien sencillas: si deben dejar 20 hectómetros para caudal ecológico, que nos diga la CHD cuánto nos queda para regar», traslada con inquietud uno de los miles de agricultores que ya comienzan a enjuiciar con temor el futuro que les espera este verano. Un dato significativo de la penuria hídrica que le quita el sueño a los regantes del sistema Luna y Órbigo: las reservas de la presa sólo han aumentado en dos hectómetros cúbicos desde octubre, de 85 a 87. L os gestores del agua optan por no adelantar acontecimientos: «Igual llueve», pronosticó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero en una reciente intervención. «Queda por delante toda la primavera, y aunque sea más bien seca, tendrá que llover», expuso Juan Antonio gato, que reforzó su tesis con los precedentes de febrero, mes con abundantes precipitaciones. El retraso del dictamen de la comisión de desembalses a principios de abril evita condicionar el destino que los agricultores van a dar a sus tierras, en el supuesto de que llegue el agua, que ahora no hay.

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