La Diputación incentivará los controles de agua en los pueblos abaratando el coste

El área de Medio Ambiente de la institución provincial tiene ya lista la carta que remitirá a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes para ofrecerles la posibilidad de que dejen en sus manos el control de la calidad del agua potable de sus municipios. La intención de la Diputación es conseguir un número de peticiones suficiente para contratar los servicios de un laboratorio para que realice los análisis del agua y garantizar así la calidad del suministro en el área rural, tras la alarma creada por los casos de arsénico aparecidos en los últimos meses en una docena de localidades. El principal papel de la institución provincial es conseguir que los ayuntamientos logren un precio más barato por los servicios de un laboratorio que supervise su agua que si negociara individualmente. Además, la medida también persigue que haya un mayor número de núcleos que controlen su suministro a través de análisis. Igualmente, la Diputación prestará asistencia técnica y recogerá las muestras de forma gratuita, pero serán los ayuntamientos los que tengan que afrontar el coste de los análisis con los ingresos de la tasa que cobran a sus vecinos por el suministro. Ante este nuevo servicio que el Palacio de los Guzmanes prestará a los municipios, los socialistas reclamaron ayer en la Comisión de Medio Ambiente que sea ya fijado el coste que tendrán que abonar los ayuntamientos «para que decidan si continúan pagándolo en solitario o si ceden la labor a la Diputación», recalcó la diputada Manoli Ordás, quien apuntó que sin que se establezca este coste es «imposible que los municipios tomen una decisión y dejaría sin efecto el compromiso de que la institución realice estos análisis, vitales ante los alarmantes casos de arsénico». Ante esta reclamación, el portavoz del PP, Jaime González, dijo que la petición es «absurda, ya que el coste se fijará en función del número de ayuntamientos interesados en este servicio».