Villaquilambre salva varios gastos gracias al superávit del año pasado

Villaquilambre ha decidido encarar la crisis económica que afecta al país con la adopción de varias medidas de austeridad que se votarán hoy en el Pleno. Se trata de congelar los sueldos de los concejales con dedicación exclusiva, el del alcalde y el de los cargos de confianza, así como las dietas por asistencias a plenos y comisiones y el capítulo de gastos corrientes. En las medidas se incluye también congelar las asignaciones a los grupos políticos. La concejal de Hacienda, Milagros Gordaliza, asegura que esas acciones son sólo el primer plato de lo que será un plan más ambicioso de ahorro. Un documento que ya se está elaborando y que se remitirá a los trabajadores municipales antes de diciembre. Gordaliza reconoce que el panorama económico ha cambiado sustancialmente, aunque este ejercicio han podido salvar varios gastos, como el transporte y la limpieza viaria, gracias al superávit de más de un millón de euros de la liquidación del 2007. La concejala está satisfecha con el cierre del año pasado, sobre todo, «porque las inversiones que no se llegaron a ejecutar en el 2007 y que han generado ese millón de superávit nos han permitido afrontar este año gastos importantes para el municipio». Desde su departamento también se apostará por el sistema de calefacción de telegestión, «que corrige el descontrol y es una gran vía de ahorro», explica. Por su parte, la concejala de Medio Ambiente, Manoli Ordás, recuerda que la proposición de congelar los sueldos que se analizará hoy en la sesión plenaria, y que suscriben los tres partidos del tripartito, es la misma medida que se aprobó en la Diputación. Nuevo ayuntamiento El Pleno comenzará a las diez de la mañana y ratificará, además, la creación de un área deportiva en el paraje El Egido, el expediente de expropiación para ejecutar las obras de la nueva red de saneamiento y el expediente de contratación de las obras de ampliación del Ayuntamiento. El concejal de Urbanismo, Jesús García, recuerda que el edificio actual se realizó cuando en el municipio sólo residían 3.000 personas y que se ha quedado pequeño. Las obras están valoradas en tres millones de euros que, previsiblemente, se acometerán en varias anualidades.