Estar en Babia, ser Babia

Babia era una ensoñación. Un sitio en el que abandonarse. Incluso alguno sabía que era el espacio en el que los antiguos reyes de León se evadían de sus luchas y aprovechaban para cazar. Pero «no estaba en el mapa», recuerdan los responsables de la asociación Montaña de Babia y Luna, que celebran el hito que significó hace cuatro años, cumplidos ayer, la declaración de la comarca babiana como Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco. «Antes, éramos un nombre sin identificación geográfica. Ahora, estamos en el papel, tenemos una denominación», diferencia el colectivo, que abunda en que «esto supone que se haya conseguido que la administración reconozca la necesidad de desarrollar la zona». El objeto se mantiene tibio, como reconoce la asociación, que echa en falta «más esfuerzo político y económico por parte de los responsables y administraciones públicas en la conservación y desarrollo sostenible de una zona que continúa siendo de las más despobladas de la provincia leonesa y con importantes carencias en la prestación de servicios públicos», pese a ser «una de las comarcas más bellas y mejor conservadas de la Cordillera Cantábrica». El cumplimiento de la petición se confía a que Junta y Gobierno materialicen sus promesas. El organismo autonómico con el impulso del parque natural, en el que Babia estará junto a la vecina Luna. De momento, como paso previo para que como muy tarde en verano esté finalizada la tramitación, se encuentra muy definido el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), en el que el colectivo reivindica que se afiance un contenido que «defienda un futuro ganadero de la zona», mientras que «para otro tipo de usos sea acorde y respetuoso con los objetivos de resultado que exigen las categorías de protección que colecciona: Lugar de Interés Comunitario (LIC), Zona de Especial Protección de Aves (Zepa), Zona de Recuperación del Pardo o Reserva de la Biosfera». Desarrollo sostenible Pero junto a este horizonte comprometido, Babia mira al Ejecutivo de Zapatero para que la incluya -como está a punto de decidir junto a las otras siete reservas de la biosfera de la provincia y buena parte de la montaña leonesa- dentro de la zona de implantación experimental de la Ley de Desarrollo Rural. «Nuestra apuesta sigue siendo fomentar un desarrollo económico sostenible desde el punto de vista sociocultural y ecológico, basado en la ganadería y en el resto de actividades tradicionales, y en el turismo rural como eje vertebrador y dinamizador de la zona», recalcan los representantes de la asociación Montaña de Babia y Luna, que no olvidan que «para ello sigue siendo necesaria una fluida comunicación entre los agentes sociales de la zona, los ayuntamientos, la Junta y el Gobierno, asignatura todavía pendiente en algunos casos». «Esperamos que el año próximo la reserva de la biosfera de Babia sirva mejor a los objetivos de desarrollo rural de la comarca», anhelan para que Babia, además de estar en el mapa tenga una ruta por la que desarrollarse.