¿Qué es lo importante?

Dos horas y media de Pleno. De este tiempo, apenas media hora para discutir lo que verdaderamente importa a los ciudadanos: los nuevos proyectos y servicios para el municipio. El resto, un debate que rayó lo absurdo. La explicación es sencilla. Para el ciudadano qué es lo importante, ¿que no se votara explícitamente la «urgencia» en el Pleno que abordó el 16 de septiembre el Plan General de Ordenación Urbana o que este documento se aprobara para iniciar su tramitación?. El caso es que tanto PP como dos concejales de la UPL (Manuel Arias y Rosa Fernández) y el del PAL-UL rechazaron el acta de dicha sesión e incluso el PAL-UL ha impugnado dicho Pleno. Una impugnación que, de salir adelante, retrasaría al menos dos años más la aprobación del PGOU, el documento base del crecimiento futuro del municipio. Está claro que si por la oposición fuera se desandaría el camino andado, aunque estaría bien saber porqué el mismo 16 de septiembre ninguno de ellos le recordó a la alcaldesa que había que votar la urgencia y, al igual que ella, la dieron por ratificada. En este punto quedó patente la división de la UPL ya que los otros dos ediles leonesistas (Luis Herrero y Rocío Mateos) optaron por la abstención. Es más, en algún punto del Pleno entre los cuatro ediles de la UPL se dieron tres votos diferentes. Tampoco hay que pasar de largo el asunto del cementerio. Durante 12 años, la oposición a increpado al equipo de gobierno socialista sobre la necesidad de un cementerio y un crematorio, obligatorio para municipios de más de 20.000 habitantes. Unas instalaciones que el año que viene construirá Serfunle a coste cero para el Ayuntamiento. Y ahora que parece estar encaminado, tampoco gusta. Un Pleno que recordó en el fondo y en las formas al primero de María Eugenia Gancedo como alcaldesa y que, como cualquier ser humano, se puede equivocar sin que sea motivo de mofa o burla alguna. Y ya para completar el patio de colegio en el que ayer se convirtió el Salón del Plenos, el concejal de la UPL, Manuel Arias, decidió grabar la sesión plenaria, eso sí, sin permiso de la alcaldesa, que probablemente tomará medidas al respecto. Señorías, está claro que el pueblo les coloca en su sillón, por lo que están obligados al menos, a demostrar decoro, respeto y buenas maneras ante el contrario que, en este caso, es el que gobierna, y a defender los intereses de los ciudadanos que no son «matices» sino nuevos proyectos.