Diario de León

El concejal comunica su dimisión al Pleno y hace un balance de su paso por el Ayuntamiento

Hidalgo y Bayón sellan las paces en público «por el bien del municipio»

El líder de Civiqus asegura que su actividad política no contaminará su labor como secretario

Miguel Hidalgo posa delante de la Casa de Cultura de Villaquilambre antes de empezar su último pleno

Miguel Hidalgo posa delante de la Casa de Cultura de Villaquilambre antes de empezar su último pleno

León

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Después de haberse dedicado todo tipo de descalificaciones políticas y personales durante cinco años, el líder de Civiqus, Miguel Hidalgo, y el alcalde de Villaquilambre, Lázaro García Bayón, sellaron ayer públicamente la paz «por el bien del municipio», según reconocieron.

Las palabras de cordialidad se pronunciaron durante el acto de despedida de Hidalgo como concejal de la Corporación. Un paso necesario que aseguró dar «con optimismo y alegría», antes de reincorporarse al puesto de secretario municipal que ocupó durante 18 años.

El fundador de Civiqus entonó el mea culpa en un Padrenuestro en el que aseguró que «los insultos y afrentas que han existido están olvidados, los he soportado y perdonado con aplomo y sin rencor». Es más, explicó que haciéndolo, ha aprendido «que sólo quien odia se hace daño», y pidió «de corazón perdón por las ofensas» que hubiera hecho y que entendía como legítima defensa.

Hidalgo admitió que los últimos seis años han sido los mejores de su vida, a pesar de los reveses, porque le han acercado a su «esencia», que definió como el saber «disfrutar con lo que se hace, darle sentido y trascendencia». Incluso llegó a pedir perdón por su «mal carácter» y repartió agradecimientos a los funcionarios, compañeros, familia y rivales políticos.

Quiso lanzar, además, un compromiso público, el «de realizar las tareas de la secretaría (de Villaquilambre) con plena separación de la actividad política y sin ninguna contaminación de ésta». Afirmó que su labor como secretario, cuando regrese, «no se verá afectada nunca por la actividad política» que ha venido realizando.

Hidalgo se despidió así de la primera línea política durante la sesión plenaria, envolviendo su discurso en un halo de generosidad y con la «satisfacción -”según expresó-” del deber cumplido».

Prudencia

El tripartito recibió sus palabras con prudencia y con el convencimiento de que el todavía secretario general de Civiqus volverá a presentarse en las próximas elecciones.

García Bayón le deseó «suerte» en su nueva andadura y reconoció que «ya que nos toca estar juntos (él como alcalde e Hidalgo como secretario), que sea de la mejor forma posible y en beneficio de los ciudadanos». Le agradeció también su trabajo por Villaquilambre y le pidió que los hechos corroborasen las buenas palabras que había pronunciado. El regidor solicitó que «las diferencias dejen de existir a partir de hoy».

Tras esa escenificación, el pleno abordó las dos obras que Civiqus ha convertido en bandera de sus críticas: la carretera León-Collanzo y el consultorio de Villarrodrigo. La oposición reiteró que las glorietas son poco operativas, existen fuertes pendientes en algunos tramos y habría que permitir subir por la calle Real de Navatejera.

León-Collanzo

El concejal de Infraestructuras, Vicente Álvarez, reconoció que hay deficiencias, se han anotado y comunicado a la administración responsable, la Junta. Pidió que no se hiciera demagogia con una obra muy compleja y aseguró que en cuanto mejore el tiempo se echará la capa de aglomerado que falta en Nava. El responsable de Urbanismo, Jesús García, también puntualizó que la autonomía aporta más de dos millones, aunque no le correspondería realizar las aceras. En cuanto al consultorio, Ana Vicente pidió que se reiniciaran las obras y el equipo de gobierno insistió en que buscan soluciones a la falta de consignación presupuestaria.

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