Adif completará en dos meses el calado del último gran túnel del AVE en Pajares

redacción

La tuneladora averiada de la variante de Pajares reanuda su marcha después de un parón obligado de dos meses que no permitirá al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias completar en marzo el último gran túnel que aún falta por calar en el eje central de la infraestructura, a pesar de que los responsables de la obra anunciaron en septiembre del 2008 que el ritmo de perforación del gran topo permitiría adelantar la entrega de esta parte del proyecto para este mismo mes.

El fallo en la cabeza de corte de la máquina echa por tierra las previsiones más optimistas, aunque el calendario de plazos continúa intacto, según garantiza el Adif, ya que el final de los trabajos en este enclave estaba fijado para la primavera.

Esta tuneladora arrancó de nuevo sus turbinas hace quince días, después de unas intensas labores de reparación que estuvieron dirigidas por varios equipos de expertos en este tipo de tecnología, y desde aquél momento el gran topo ya ha arañado al macizo cantábrico 130 metros. Superado el contratiempo, el túnel oeste estará terminado entre el mes de mayo o junio, antes del verano, si no aparecen problemas que ralenticen el ritmo de perforación de la máquina, fijado en 600 metros mensuales.

Poco más de kilómetro y medio

La única excavadora de estas características que trabaja hoy en la variante de Pajares está en el lote IV, que conecta los municipios de Telledo (Asturias) y Viadangos (León), donde sólo faltaban 1.560 metros para completar la perforación en el momento de producirse la parada. Los problemas de la tuneladora aparecieron en una zona de cuarcitas, material altamente abrasivo y de extrema dureza.

Los técnicos han revisado todos los dientes del accionamiento principal de la máquina y han arreglado las piezas dañadas mediante soldadura de acero de alta dureza. Han sustituido además los rodamientos de los motores deteriorados y de uno de los piñones de ataque, según aclara el Adif, que confía en completar la obra sin más incidentes.

Para ello, durante el periodo de pruebas de unos quince días, han trabajado con paradas continúas para revisar el estado de la corona de corte y garantizar que el arreglo cumplía con los niveles de precisión exigidos por el fabricante.

El avance del gran topo ha estado durante este tiempo condicionado a las pausas y a las dificultades del terreno por el que atraviesa, con un alto contenido de sílice y a profundidades superiores a 700 metros, lo que la obliga a soportar las tensiones del macizo montañoso.

Casi dos mil millones

La parte central de la variante de Pajares, que conducirá la llegada del AVE a Asturias, es la más compleja de un tendido férreo de casi 50 kilómetros de longitud, al que Fomento dedica 1.791 millones de euros sólo para construir la plataforma. Dada la complejidad del trazado, inmerso en las profundidades de la Cordillera Cantábrica, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias optó por dividir el recorrido en tres tramos, dos en superficie y uno en el estómago de la montaña. El que presenta más dificultades de todos es el denominado Túneles de Pajares, compuesto por dos grandes tubos de 25 kilómetros cada uno, cuya excavación supone un gran reto de ingeniería dada la dificultad geológica y morfológica que entraña la piedra a perforar. En España, sólo los túneles de Guadarrama, en la línea de alta velocidad Madrid-Segovia-Valladolid, tienen una longitud mayor.

La puesta en servicio de este corredor aún es una incógnita, porque aunque se termine la parte más complicada del proyecto aún habrá que licitar todo lo referente a la obra civil y completar los sectores que aparecen en el exterior. Parece difícil que antes del 2012 pueda inaugurarse. La apertura de la línea disminuirá en 33 kilómetros la distancia del recorrido entre León y Oviedo y reducirá, además, el tiempo de viaje entre ambas capitales, pero, sobre todo, tumbará la barrera histórica que ha supuesto la Cordillera Cantábrica para las comunicaciones entre la provincia y el Principado.