Villaquilambre editará dos mil libros sobre la cofradía de San Antonio Abad
La historiadora Ana Arias recoge los hitos de la organización desde 1735 y relata los orígenes del actual complejo sanitario tras la venta del hospital dedicado al santo
El Ayuntamiento de Villaquilambre quiere ampliar su faceta editorial y, tras publicar mil ejemplares de su primer libro el pasado mes de febrero, sobre las cartas ejecutorias del archivo de la junta vecinal de Villanueva del Árbol, ahora apuesta por recuperar la historia de la cofradía de San Antonio Abad.
La historiadora Ana Arias es la artífice del nuevo volumen, del que se imprimirán 2.000 copias. El primer libro que se conserva de la cofradía, sobre contabilidad, es de 1735, aunque Arias data en la Edad Media el origen de la hermandad, abierta a todos los vecinos de Navatejera que pudieran acreditar su honorabilidad.
Según ha comprobado, el traspaso de las cuentas seguí un ritual cada 24 de enero, en presencia de los abades, seises y el vicario. Se trataba de una inspección contable de todo el movimiento económico de la cofradía durante ese año (ingresos y gastos), ya que, tras examinar cuidadosamente todas las cuentas, si se llegaba a la conclusión de que había déficit, el abad saliente debía abonar la diferencia a la cofradía por su mala gestión. A partir del mandato de Benito Gutiérrezse estableció que el día del santo se debía dar entre los hermanos dos libras de pan y dos cántaras de vino.
Arias ha encontrado referencias a los litigios con el Obispado, a las fiestas, costumbres y a la relación de la cofradía con la misión de socorro a los enfermos. Así, la hermandad facilitaba vacas y aperos a quien carecía de ellos para que pudiera subsistir.
De Francia a Nava. La orden de los antonianos se fundó en Francia en 1095, ligada a la crianza de cerdos y la labor humanitaria. En España, la primera orden se estableció en Burgos y llegó a León por mediación del obispo Fruminio I. En esa época había tres hospitales, San Lázaro, San Marcos y Don Gómez. El primero dedicado a San Antonio Abad, que refundía los otros tres, se instaló cerca de San Marcelo en 1531, con pabellones separados para hombres y mujeres, capilla, el cementerio Santo Malvar y los aposentos de las hermanas que atendían a los enfermos. Funcionó hasta 1966 en que se vendió a la Diputación y se trasladó a los Altos de Nava, donde hoy abre sus puertas el complejo sanitario. La cofradía participó ayer en la tradicional procesión de Los Altares, portando y adornando a su santo, que nació en Egipto en el 250.