Los servicios mínimos para la huelga de pasado mañana se fijan hoy en Trabajo
Pasado mañana está convocada una huelga en el Centro de Tratamiento de Residuos que trata de forzar una renovación del convenio laboral al que se deben hasta ahora empresa y trabajadores. A las cuatro de la tarde está convocada una reunión para tratar de definir los servicios mínimos que deberían aplicarse en caso de que el conflicto se reproduzca y atraiga las consecuencias que ya reflejó durante el paro de hace tres semanas. Las posturas están tan distantes que ninguna de las partes implicadas ven visos reales de solución; los empleados, porque creen que la empresa con tal de echar la pelota al tejado de Gersul está dispuesta a no ceder ni en una sola de sus posiciones hasta que el consorcio provincial de basura —es decir, Gersul, ayuntamientos y mancomunidades, contribuyentes por extensión— asuma vía impuesto es coste del convenio que quiere prorrogar la plantilla (causa esencial de la convocatoria de huelga); Gersul, que no quiere volver a subir la tasa por el tratamiento de basuras después de haber enfadado a la mitad de los habitantes de León a los que giró un recibo que no pagan la otra mitad; y la empresa concesionaria del CTR, una UTE que forman Urbaser y FCC, que manda hoy a relevantes ejecutivos a León a pulsar la voluntad de los políticos de hacer rascar el bolsillo a los usuarios del servicio. Los representantes de los trabajadores tenían anoche muy claro que salvo un giro radical en las posiciones de cada cual, esta tarde iban a acudir a la delegación de Trabajo a solventar un programa de servicios mínimos que en la anterior entrega de huelga se aplicaron dos horas antes de acabar el conflicto.