Después de tantos años
Carta te escribo martín martínez
Querido hermano: Que todos gocéis de buena salud, al recibo de la presente, es mi deseo; con algún escanginamiento que otro, la nuestra por el momento bien. Permite que encabece ésta con el titulo de la película sobre la saga Panero. Porque 200 años son bastantes, creo. Se cumplieron el jueves; aquel 22 de abril de 1810, hizo su entrada triunfal por la arruinada puerta del Obispo el general Junot, jefe de los ejércitos franceses que hacía casi dos meses sitiaban Astorga. Minutos antes, por esa misma puerta desportillada, salían derrotados -”con honor, pero derrotados-”los hombres de Santocildes, camino del destierro francés.
Los españoles, hermano, tenemos la mala costumbre-”debemos ser masoquistas-” de celebrar las derrotas, conmemorar los días nefastos de nuestra historia; sin ir más lejos, ahí tienes la fiesta, así la pregonan, de Villalar. Una derrota en toda regla sufrida por los comuneros, la han elevado cuatro mindundis a la categoría de celebración . Y todos tan contentos, mientras en los eriales de Villalar, los irresponsables de la Junta siembran euros para que germine un espíritu de autonomía que se agosta cada año. Sobre todo, teniendo en cuenta que aquellos burgueses y nobles a los que el rey Carlos cortó la cabeza defendían sus prebendas que veían esfumarse, importándoles un pito los campesinos a los que estrujaban cuanto podían.
Pues mira hermano, aquí en Astorga se ha roto el molde y esperamos que sirva de precedente. El pasado día 22, después de tantos años, la cifra redonda de 200 para tener unos fastos conmemorativos, la ciudad de Astorga decidió realizar un acto de extrema sencillez; porque las derrotas, los desastres no deben celebrarse aunque nunca deben olvidarse pues de los mismos también se aprende.
Así que desde el Ayuntamiento, en connivencia con los miembros del Batallón de Clavijo, cuyo titular estuvo ligado a aquellos aciagos acontecimientos, decidieron: que las celebraciones por todo lo alto, con luminarias, fuegos de artificio, volteo de campanas y cuanto preciso sea, queden aplazadas para el año de gracia -”así sea-” de 2012. Para entonces se cumplen los 200 años que el propio Santocildes logró vengarse de los franceses arrojándoles fuera de nuestras murallas. De modo y manera que, como ya has sido informado por los papeles el jueves hubo solamente un acto sencillo en el salón de sesiones del ayuntamiento y ante el monumento del león y el águila, llamado de Los Sitios. Acto de reconocimiento a los estamentos civil, eclesiástico y militar que en aquellas aciagas fechas supieron defender, con sangre unos y con su vida otros, la libertad de Astorga. Un pueblo y una guarnición exhaustos hubieron de capitular con honor para ahorrar las vidas de los escasos supervivientes. A éstos y a los muertos se rindió homenaje, posponiendo las celebraciones a la fecha que corresponde: 2012.
Y para cerrar esta misiva, te diré hermano que Enrique Soto, nuestro concejal de obras está, últimamente, siendo el pim-pam-pum de la feria. Todos los dardos van sobre él. Se quedó sin la presidencia de la UPL; ya viste la cara de circunstancias que tenía en las fotos después de la debacle que fue total vistos los votos. Ahora los tiros van por el bacheado de las calles. Bueno, cierto es que las calles quedaron hechas unos zorros después del invierno; pero es más cierto que vistas algunas, te cito solamente la plaza de San Miguel o la de Luis Braille, la obra ha resultado más bien chapucerilla y claro, al que le toca la calle, echa chispas. Es el peaje que han de pagar los políticos; lo de cobrar es otra historia.