El alcalde da por zanjado el asunto y niega que haya xenofobia

«El asunto está zanjado con esta familia y no voy a hablar». Con estas palabras valoró ayer el alcalde de Alija, Luis Gómez-Villaboa, las críticas vertidas hacia parte de los vecinos y hacia la localidad por Luisa Martín Lairana. «Ellos no se encontraban bien por el motivo que sea y yo no voy a entrar en su vida privada. Para la mayoría de personas está bien el pueblo, aunque para ellos no», indicó el regidor.

Gómez-Villaboa señaló también: «Aquí no existe xenofobia, el que quiere trabajar encuentra trabajo y está encantado». «Que les vaya bien, ése es nuestro deseo», añadió el alcalde en relación a Luisa Martín y su familia. Asimismo, el regidor no quiso entrar a valorar las críticas que la mujer dirigió hacia el Ayuntamiento de Alija.

«Comprar comida». Mientras tanto, y según la versión de Luisa Martín Lairana, la situación de la familia ha empeorado desde que decidieron abandonar Alija. «Mi marido no tiene trabajo, y nos van a echar del piso porque no podemos pagarlo», dijo. La afectada aseguró haber conseguido un trabajo en la Once, pero precisó que este empleo no es suficiente: «No tenemos ni para comprar comida», dijo.

La familia permaneció seis meses en Alija, entre julio del 2009 y enero del 2010. «Las familias que se quedaron están sufriendo mucho más, y el Ayuntamiento no hace nada», apuntó Martín, al tiempo que añadió: «Una de ellas, ya entonces, no tenía dinero ni para regresar». «Me molesta cómo están tratando al resto de familias», indicó, y estimó que «el Ayuntamiento tenía que haber puesto medios para que no les faltara nada».