Los expertos resaltan la calidad de las reses a concurso

Pese a que la cantidad de ganado no fue muy elevada, casi todos los entendidos estuvieron de acuerdo en que la exposición de la feria de Oseja destacó por la calidad de las reses presentadas a concurso, sirviendo por lo tanto al objetivo de mostrar los productos que los ganaderos aún crían en el valle de Sajambre.

La existencia de tres premios en cada categoría, de 100, 50 y 30 euros, propició que los participantes tuviesen muchas opciones de no irse de vacío a casa. Los primeros premios recayeron en los siguientes ganaderos: en vacuno, María Teresa Redondo, de Pío, hizo triplete al llevarse los primeros galardones al mejor toro, a la mejor ternera y el premio especial establecido para la mejor vaca de raza pardo alpina. Maruja Sánchez, de Ribota, se adjudicó los primeros premios al mejor ternero y al mejor lote de vacuno, mientras que el reconocimiento a la mejor vaca recayó en La Rubia, un ejemplar asturiano de los valles propiedad de Alfonso Redondo, de Pío, quien se adjudicó también, gracias a La Rubia, el premio especial al mejor animal presente en la feria. En la categoría de equino, Alejandro Piñán logró los primeros premios al mejor lote y a la mejor yegua. Olga Fernández fue la propietaria de la mejor potra, Acacio Piñán el del mejor potro y Enrique González el del mejor semental. El premio al mejor lote de ovino fue adjudicado al rebaño de ovejas de Ángel Fernández y el de caprino, a las cabras de Jesús D. Fernández.