El cerdo se adjudicó en 610 euros

El diputado provincial de Cistierna, Nicanor Sen, y al alcalde de Puebla de Lillo, Pedro Vicente Sánchez, fueron los encargados de inaugurar la XIV Feria de la Matanza de Puebla de Lillo, que contó con más de medio centenar de expositores dentro del recinto ferial. Tal y como recordó Sánchez, esta feria tiene como objetivo la promoción turística del municipio, como puso de manifiesto con la presencia de varios puestos en los que se informaba de las actividades relacionadas con la nieve, dado que la estación de esquí de San Isidro es el referente del turismo del municipio. Además, los ocho restaurantes del municipio ofrecieron menús para degustar los productos del cerdo, como picadillo, morcilla y patatas con carne, todo ello acompañado con dulces caseros de la comarca. «Con esta feria pretendemos promocionar el municipio y dar actividad este fin de semana», manifestó Sánchez quien recordó que la gente aprovecha este fin de semana para adquirir productos de la zona.

Respecto a la matanza, el alcalde señaló que la tradición prácticamente ha desaparecido; tan sólo unas pocas casa realizan esta tarea. «Hay que recordar que la gente en los pueblos cada vez es mayor y, aunque por el trabajo de la estación de esquí aún quedan algunos jóvenes, la tradición de la matanza prácticamente ha desaparecido». Para Pedro Vicente Sánchez a lo largo de los próximos años hay que seguir apostando cada vez más por la promoción de la nieve en todas las ferias que se realicen, dado que es uno de los motores del turismo y empleo de la comarca.

Uno de los actos que más llama la atención es el ritual del sacrificio del gocho que, en esta ocasión, era una hembra. Varias personas con mucha experiencia en la matanza fueron los encargados de llevar a cabo el ritual. La gocha llegó ya muerta al recinto ferial de Puebla de Lillo. Se inició el socarrado o limpieza exterior del animal. Por medio del gas se quemaron los pelos del ejemplar para continuar el raspado la piel con cuchillos, teja o piedras, con los que se eliminan por completo el velolo chamuscado. Así se consigue dejar una piel lisa en el animal. A continuación, el más experto abrió la cerda y se inició la retirada de las vísceras hasta dejar el animal totalmente limpio por dentro. Durante todo este proceso se procedió a la degustación de la parva, formada de dulces, orujo y mistela. La gente que observaba el proceso de la matanza y los que estaban en el interior del recinto ferial fueron invitados a degustar la parva que contaba con productos dulces elaborados en Puebla de Lillo.

Una canal de 244 kilos. Una vez sacrificada la gocha, que pesó 244 kilos, se procedió a su subasta que llegó a los 610 euros después de un precio de salida de 300 euros. Agustín, de Puebla de Lillo, se llevó el animal después de una puja reñida con varios vecinos de la comarca. Y es que un gocho limpio y preparado es una gran ventaja.