Del Lyda al cuartel policial

El 2011, un ejercicio marcado por el final de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones municipales, podría ser el año de la verdad. Podría ser aquel en el que el Ministerio de Vivienda decida sacar a adjudicación la primera fase de las obras del centro Lyda, o aquel en el que el municipio pierda definitivamente la esperanza de ver convertido en realidad este proyecto por el que ha esperado durante años. El alcalde de Astorga, Juan José Alonso Perandones, es optimista y cree que en los próximos meses la ciudad verá cómo da sus primeros pasos la tramitación de las obras de reforma del teatro Gullón, la primera de las actuaciones incluidas en esta iniciativa que hace ya casi cinco años, el 22 de mayo del 2006, oficializó la entonces titular del ministerio, María Antonia Trujillo, con la firma en Astorga de un convenio para la puesta en marcha de este complejo. La visita tuvo lugar después de que el 23 de julio del 2004 el Gobierno de España celebrase en León un consejo de ministros en el que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, comprometió varias infraestructuras para la provincia, entre ellas el centro Lyda para Astorga.

Si Perandones espera que el remate de la redacción del proyecto para la remodelación del teatro Gullón allane la contratación de las obras, el alcalde no es menos positivo con respecto a la segunda fase del complejo: la construcción de un centro cultural en el solar que ocupa la bibilioteca. El regidor también confía en que la tramitación de esta actuación avance con pasos firmes en los pocos meses que restan de legislatura -”las elecciones están previstas para mayo-” y continúen una vez queden constituidas las nuevas corporaciones municipales resultantes de la consulta electoral.

El Lyda es el proyecto estrella por el que espera el municipio, pero éste tiene en cartera otros no menos importantes para su devenir diario. La puesta en marcha de la cuarta fase del polígono industrial sigue su tramitación urbanística y, si bien la crisis económica ha hecho menos acuciante en los últimos años la necesidad de que Astorga oferte suelo industrial a los emprendedores y empresarios, el alcalde espera poder avanzar en estos próximos meses en una actuación que resulta farragosa. Pendiente está también la renovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), atascado desde que la unión temporal de empresas que optó a la contratación de estos trabajos se deshizo, lo que obligó a iniciar de nuevo los trámites para adjudicar esta labor.

Otras tareas pendientes de la corporación para la recta final de esta legislatura son obras tendentes a crear nuevas sedes para dos servicios municipales, en concreto la Policía Local y el área de Servicios Sociales. Perandones anunció hace pocos días la inminente contratación de la primera fase del nuevo cuartel policial, mientras que las obras para la creación en la calle La Bañeza de un edificio que albergue el citado departamento y dependencias para archivo se encuentran más avanzadas.

Otro de los proyectos que el regidor confía en terminar en este año es la creación de unas nuevas instalaciones para el museo del Chocolate en la avenida de la Estación. Los trabajos, ya muy adelantados, serán los únicos financiados con cargo al plan E del Gobierno central que no hayan quedado terminados a lo largo del 2010.

El municipio tendrá también entre sus proyectos prioritarios para el 2011 la finalización de la construcción de la rotonda en la conexión de la bajada del Postigo con la N-VI y la adecuación del área integrada de la avenida de Ponferrada.