Diario de León

El Luna enseña las carnes

La sobreexplotación del embalse luniego deja las reservas al 20%, las más bajas en los últimos años en estas fechas.

Embalse del Luna, raquítico, visto desde el valle de acceso a Aralla.

Embalse del Luna, raquítico, visto desde el valle de acceso a Aralla.

Publicado por
l. u. | redacción
León

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Está en los anales del uso del embalse del Luna; cada año que el estiaje y una primavera cicatera en lluvias se unen en el calendario, las reservas de esta presa se quedan al límite del cauce ecológico del sistema hídrico del que se alimenta el Órbigo y el Páramo. Este año, sin darse las dos primeras circunstancias, porque la entrada en campaña de riegos se hizo en abundancia, el sobreexplotado Luna avanza por septiembre con los peores niveles de reservas del último lustro.

Ribera abajo y en los regadíos parameses se ha comenzado a retirar agua de las acequias, por el avance del año agrícola y los cultivos. Y aguas arriba de la presa, las reservas indican que el verano ha sido largo o que la compuerta ha estado algo más arriba de lo que es habitual. Sobre el muro se retienen setenta millones de metros cúbicos, muy lejos de los más de noventa millones que quedaban el año pasado una vez superadas las doce semanas más intensas del riego. Una quinta parte del embalse es lodo y pared descubierta, con el valle descarnado ya por el sol y la marca del agua que se repliega hacia el sur. El valle del Luna sale a flote otro año más, mientras las alternativas a su sobre explotación, las promesas del Gobierno y de la CHD para asumir mediante presas intermedias y balsas de contención el déficit de suministro que afecta regularmente a las zonas de regadío siguen en los cajones del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, o en las oficinas de la sede de la Confederación en Valladolid. Hay más demanda que capacidad del embalse.

Y los proyectos anunciados para retener agua de forma estacional, con los sobrantes de invierno u otras formas de superávit no han evolucionado. Mientras, la cabecera del luna enseña las carnes.

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