La empresa se surtirá de los residuos forestales de la zona

La futura planta de biomasa consumirá 87.480 toneladas de residuos forestales al año, con un 34% de humedad y un poder calorífico de tres mil calorías por kilo.

Toda esa masa forestal será traída desde distintos puntos de la comarca del Esla, especialmente rica en este tipo de recursos, en un áreas de 70 kilómetros al norte de Mansilla. Precisamente este fue uno de los motivos por los que esta empresa gallega fijó sus miras en esta zona, tan rica en superficie arborlada y en la que predominan las reforestaciones.

Estos residuos se transformarán a través de la combustión térmica en una caldera para la generación de vapor. En valores de caudal, la caldera consume unos 10.930 kilogramos por hora de los que un dos por ciento se obtiene en forma de inquemados o cenizas. En condiciones de funcionamiento normal de la planta el consumo de combustibles será de 38.150 kw.

El fin de este proceso es el de aprovechar la capacidad calorífica de esta biomasa para generar energía eléctrica limpia y renovable, y exportarla a la red eléctrica.