Preparando el ‘camino’ a la libertad
Internos del CIS limpian la ‘ronda’ de Riello como servicio a la comunidad .
Los vecinos de Riello pueden volver a pasear por el camino que rodea el pueblo, gracias a la profunda limpieza que han realizado catorce internos del Centro de Inserción Social (CIS) de León durante los últimos quince días. Se trata de un servicio a la comunidad que sirve de colofón al curso de Mantenimiento de bosques y espacios naturales del programa Reincorpora impulsado por la Obra Social de La Caixa y Proyecto Hombre. Un trabajo que les permite, además, tomar contacto de nuevo con el mundo laboral tras un periodo largo de reclusión.
La cuadrilla está integrada por dos mujeres y doce hombres con edades comprendidas entre los 55 y los 24 años. La mayoría son españoles, aunque entre ellos figuran tres colombianos y dos marroquíes. El pasado no importa, sólo intentan formarse para preparar un futuro fuera de las paredes de la cárcel. Algunos lograrán en veinte días la ‘condicional’. Otros deben esperar aún año y medio. Durante el último medio mes, se han desplazado a Riello en furgoneta, han comido en el restaurante local por deferencia del Ayuntamiento, y han cumplido una jornada de cinco horas desde las diez de la mañana a las tres de la tarde.
El evaluador de Proyecto Hombre que les acompañó, Francisco Valverdú, reconoce que los catorce internos «tomaron este trabajo con mucha ilusión, porque es como una tarjeta de presentación a las empresas para los que dentro de poco estarán en libertad. Para ellos, salir del CIS y comer de menú y no de bandeja, es gratificante, y desde luego han demostrado que saben manejar las herramientas y que han aprendido a reconocer los tipos de árboles. Parte de nuestro interés en el programa Reincorpora es que recuperen su autoestima y que vean que son capaces de hacer algo».
Al aire . Además de desbrozar el camino, han limpiado algunas calles del pueblo y el entorno del nuevo colegio. No les ha importado que varios días nevara, ya que preferían estar ‘fuera’. «Este curso nos daba la posibilidad de salir de Mansilla,y de estar al aire, así que lo valoro positivamente. Antes trabajaba en la construcción, pero tal y como están las cosas espero lograr empleo en lo que se pueda, no voy a ponerme a elegir», explica Álex, ponferradino de 28 años al que quedan 15 meses de reclusión.
«Muchos miran con vértigo el salir a la calle, tan acostumbrados como están al ambiente de la cárcel, e incluso la lían al final de sus condenas para permanecer más tiempo. Por eso estos programas intentan enfocarles a un trabajo que les dé una seguridad y les impida volver a delinquir una vez que están fuera porque no tenían medios para ganarse la vida», asegura Valverdú. Hoy, los catorce vuelven a su rutina carcelaria de levantarse a las ocho de la mañana, desayunar y comenzar las tareas o terapias asignadas, pero durante quince días han vuelto a experimentar el orgullo de estar en el camino para recuperar su libertad.