El subdelegado llama a la calma y pide diálogo para «encontrar soluciones»
Ecolo Verdes solicita una reunión con Suárez-Quiñones para atajar los enfrentamientos.
El cielo abierto Nueva Julia, en Cabrillanes, en una imagen de archivo.
El subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, realizó ayer un llamamiento a «la responsabilidad de todos porque el enfrentamiento personal no conduce a nada», en relación con los últimos incidentes acaecidos en Villablino tras el cierre por una orden judicila del cielo abierto Nueva Julia, con el ataque a un miembro de Ecolo-Verdes y las pintadas contra miembros de la plataforma Filón Verde. Suárez-Quiñones aseguró que «lo que hace falta es pensar que hay que usar las mesas adecuadas para hablar de los temas y buscar las soluciones sin ningún tipo de violencia que ataque a personas o bienes», una situación que, a su juicio, «no conduce a nada más que a tristezas y, en todo caso, a la persecución penal y el castigo».
El subdelegado, que realizó estas declaraciones en la inauguración de la Feria de Febrero de Valencia de Don Juan, señaló que la Guardia Civil está investigando los hechos, una labor que se está realizando «con gran minuciosidad». La Subdelegación ha adoptado «determinadas precauciones para poder evitar sucesos o enfrentamientos que puedan poner en peligro los bienes o las personas».
Suárez-Quiñones enfatizó que la prioridad de la Subdelegación es «conocer a los autores y ponerlos a disposición judicial que es nuestro deber».
Por su parte, el portavoz de Ecolo Verdes en el Ayuntamiento de Villablino, Manuel Barrero, anunció ayer que su formación espera reunirse con el subdelegado el próximo lunes, ya que la situación en Laciana es «insostenible». En el encuentro tratarán de trasladar a Suárez-Quiñones su visión sobre la tensión existente en la cuenca minera.
«Confiamos en reunirnos con él el lunes para exponerle los ataques, insultos y vejaciones que estamos sufriendo los verdes por nuestra oposición a los cielos abiertos ilegales», explica. A su juicio, es «muy preocupante que la violencia campe a sus anchas y que tanto sus instigadores como sus autores materiales gocen, aparentemente, de total impunidad desde hace tiempo».
También entiende que desde que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de León ha dado a conocer el auto sobre Nueva Julia se ha abierto la veda para cazar a ecologistas. «Basta con darse un garbeo por la redes sociales para comprobar los improperios que vierten contra nosotros, y las últimas acciones de pintadas y agresión en Caboalles de Abajo». Barrero espera que «alguien ponga un poco de cordura», y manifiesta su preocupación por el traslado a los colegios del odio social hacia los ecologistas. «A los hijos de los verdes ya les están achuchando diciéndoles ‘tú padre tiene la culpa’ y otras cosas que sirven para perpetuar el conflicto a la siguiente generación».