Villaornate
El joven que tiroteó a un guardia civil sigue ingresado y aún no ha declarado
La AUGC ejercerá la acusación particular contra el presunto autor del disparo.
Manchas de sangre en la casa donde ocurrieron los hechos.
El joven de 27 años que el pasado jueves disparó con una escopeta de caza a un médico que le iba a prestar asistencia médica y al guardia civil que protegía al facultativo no ha podido prestar declaración aún sobre lo sucedido en su domicilio de Villaornate por encontrarse ingresado en el Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de León, a donde se le trasladó tras su detención. La salud del presunto agresor ha impedido, por el momento, que compadezca ante el juez.
Personal del centro de salud de Valencia de Don Juan habían solicitado el apoyo de la Guardia Civil para asistir al arrestado, que llevaba varias horas encerrado en el desván de su casa, tenía una escopeta de caza y se mostraba agresivo. Fue cuando efectivos del cuerpo de seguridad del puesto de la ciudad mencionada se acercaban con al médico para asistir al joven, de 27 años, cuando se produjo el disparo.
Como ya se había informado, las postas del cartucho alcanzaron al agente en la base del cráneo, mientras que otras impactaron en el hombro derecho del agente, sin causar mayores lesiones al funcionario porque éste utilizaba un chaleco antibalas. Por otra parte, algunas fuentes señalaban ayer que la fractura de cráneo que, según la Agencia Efe, sufrió el guardia en el suceso se debió a que éste cayó por las escaleras tras sufrir el impacto del proyectil, aunque otras no confirmaron este extremo.
El agente continuaba ayer ingresado en el hospital, recuperándose de las lesiones y su evolución no presentaba complicaciones.
«Un nuevo protocolo»
Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) anunció ayer en un comunicado que se personará como acusación particular contra el presunto autor del disparo. «AUGC buscará la máxima condena posible o internamiento psiquiátrico de David M.F.», indica la organización.
La asociación profesional considera necesario «que se cree un protocolo para que las Intervenciones de Armas de la Guardia Civil, encargadas de la concesión de licencias de armas, puedan tener acceso al expediente médico de las personas que sufran graves enfermedades mentales», con la finalidad de denegar la solicitud. Para la AUGC, algunas patologías psiquiátricas «no se detectan en los reconocimientos médicos» necesarios para obtener el permiso, lo que consideran un peligro.