Tumban la moción de PP y PAL para investigar los conciertos de las fiestas

Aunque PP y PAL-UL volvieron a dar la sorpresa ayer, presentando una moción conjunta introducida por la vía de urgencia para que el Pleno iniciara el expediente de revisión para investigar las «irregularidades» en la contratación del festival de música de las fiestas, el secretario municipal tumbó la propuesta al entender que era un ruego y no una moción. Sin embargo, antes de que el funcionario se pronunciara al respecto la corporación debatió el escrito. Los portavoces de la oposición, el popular, Jacinto Bardal, y el leonesista, Pablo Peyuca González, alegaron que la propuesta está sustentada en cuatro meses de trabajo, «no en conjeturas», y explicaron que «hemos pedido hasta la saciedad que la alcaldesa, Victorina Alonso, lo subsane dentro de casa como le permite la Ley y no sólo se ha negado a iniciar este procedimiento sino que, a pesar de las negligencias reconocidas por el concejal de Fiestas, César Núñez, parece haberlo tomado como un capricho y con eso ha zanjado el asunto».

Ante el rechazo del secretario municipal y la negativa de la oposición a transformarla en un ruego, la alcaldesa decidió que la propuesta no se votara, aunque Bardal y Peyuca adelantaron que la volverán a presentar en la próxima convocatoria.

En el Pleno además hubo tiempo para que la oposición leyera dos manifiestos, uno del PP y otro del PAL-UL, reprobando a la regidora su actitud «por permitir los insultos de la junta directiva de Los Arrieros» en la última reunión para reorganizar el tráfico en San Andrés y sugiriéndola que «rechace públicamente lo sucedido».

Al respecto, el portavoz popular pidió a Alonso que «tome conciencia de sus actos y su nefasta gestión porque situaciones de esta envergadura sólo nos dan motivos para presentar y votar su dimisión como alcaldesa». En un tono menos conciliador, Peyuca González acusó a la alcaldesa de «estar detrás de los insultos, actuando al más puro estilo mafioso y permitiendo que se amenazara a los asistentes a una reunión pública». Además, aseguró que «me consta que se llamó a agitadores para intimidar» y subrayó que «la torpeza política de Alonso nos colocó en una ciénaga antidemocrática y vergonzosa (...) ya sufrimos mucho el acoso perandoniano y no vamos a aguantar ahora el suyo o el de sus mandados».