Diario de León

La asociación Areslas aúna la gestión de los nuevos regadíos de la cuenca del Esla

Porma, Payuelos, Páramo Bajo y Arriola tendrán representación ante la CHD.

Jorge Álvarez, de Payuelos; Matías Llorente, del Porma; Graciliano Palomo y Herminio Medina, del Páramo Bajo.

Jorge Álvarez, de Payuelos; Matías Llorente, del Porma; Graciliano Palomo y Herminio Medina, del Páramo Bajo.

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A. Domingo | Cabreros del Río
León

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Las comunidades de regantes de los canales de la Margen Izquierda del Porma, Payuelos, Bajo Páramo y de Arriola presentaron ayer la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Esla (Aresla), que, por las hectáreas de regadío que representa, se convierte en interlocutor autorizado ante la Administración hidráulica (Confederación Hidrográfica del Duero) y otras «para la distribución del agua en periodos de carestía y para que tras el regadío sea la segunda prioridad en el uso del agua tras el abastecimiento de la población.

El presidente de la Margen Izquierda del Porma, Matías Llorente, es el primer responsable máximo de Aresla, asociación en la que el abogado y ex presidente de la Seiasa del Norte, Graciliano Palomo, desempeña el papel de asesor.

Los regantes de la cuenca del Esla defenderán los intereses de cada comunidad y las del conjunto, especialmente, en lo que se refiere a un rápido desarrollo de los regadíos de la zona de Payuelos y para que continúen aportándose fondos para la modernización de los regadíos.

En la presentación se recordó el acuerdo del Consejo de Ministros del 30 de noviembre «que aprobó el plan de regadíos de la anterior dirección de la Seiasa del Norte y por el que se invertirán 173,6 millones de euros en modernización de regadíos en Castilla y León», explicó Palomo, que destacó que la mayor parte del importe se invertirá en León. «Sin embargo, aún queda mucho por modernizar», puntualizó.

Con el fin de ahorrar costes, Areslas contratará en conjunto la luz, las tarjetas telefónicas para el regadío y negocia con la empresa pública Tragsa la gestión de las zonas modernizadas en cada comunidad. Además, tratará de que vencer la resistencia de los propietarios a la modernización, ya que ésta «supone una importante revalorización de la tierra. No podemos permitir que con 9.000 euros de inversión por hectárea no se cultive la tierra», dijo Llorente

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