CMC no llega a un acuerdo con el comité de empresa y se acerca a su liquidación
Los trabajadores de Coto Minero Cantábrico (CMC) deciden mañana si aceptan las condiciones laborales que la empresa ha propuesto a los representantes sindicales. Si los mineros dan el visto bueno a la propuesta la compañía continuará con la actividad extractiva. En caso contrario, CMC presentará la liquidación al día siguiente.
Ayer volvieron a reunirse empresa y sindicatos a petición de los administradores concursales sin que se llegara a un acuerdo. La reunión, celebrada en Madrid, se prolongó de once de la mañana a nueve y media de la noche. Cabe destacar que la empresa propuso ayer un recorte salarial del 15%, un incremento en 50 minutos de la jornada laboral y la eliminación del transporte, condiciones que distan de las últimas ofertas que había realizado: aunque pasaban por una reducción salarial parecida, sólo aumentaba la jornada en 20 minutos.
El presidente del comité de empresa de CMC, Luis María Fernández, acusó anoche a la minera del Grupo Alonso de «no querer alcanzar ningún acuerdo», pese a la postura abierta de los trabajadores para posibilitar que continúe la actividad de CMC.
En otro orden de cosas, los trabajadores de las contratas del Grupo Alonso participaron ayer en unas charlas informativas ayer en Villablino y Fabero en las que conocieron las nuevas condiciones laborales. Así, el horario se extiende de lunes a viernes, con una jornada laboral de once horas. Además, los trabajadores soportarán un 5% de rebaja salarial y sólo cobrarán nueve horas y media.
En un principio, estas intenciones van dirigidas a la única contrata que no se encuentra afectada por el concurso de acreedores de este grupo minero, Roel, y que podría volver a los tajos. Los trabajadores no quieren asumir estas nuevas condiciones laborales, ya que «a nadie le entra en la cabeza, trabajar once horas y cobrar nueve», comentaba un operario.
El año pasado, el grupo minero decidió cambiar las condiciones laborales de los trabajadores, lo que motivó una huelga. Sin embargo, los obreros finalmente aceptaron las nuevas condiciones. Tras unos meses bajo este régimen, el Grupo Alonso presentó un ERE en marzo, que decidió prorrogar ahora otros seis meses.