CAÍN
Los senderistas vuelven al Cares a pesar de los desprendimientos
Los visitantes omiten la recomendación del Parque Nacional de atravesar la zona.
Dos senderistas pasan por la zona del desprendimientos en la ruta del Cares.
La Ruta del Cares se abrió ayer al público por decisión de los responsables del Parque Nacional de Picos de Europa, después de que permaneciese cerrada dos días por el incendio que afectó a medio centenar de hectáreas. No obstante, se colocaron carteles informativos en los que se advertía a los senderistas del «riesgo extremo de desprendimiento y caída de piedras en este tramo, por seguridad se recomienda no pasar». Los carteles están escrito en español, inglés y francés, y colocados uno en el puente a la salida de Caín y el otro en el puente de la presa a la salida de los túneles. Ambos carteles delimitan los doscientos metros donde se registran los desprendimientos.
Como medida de seguridad el Parque Nacional mantuvo varios operarios en la otra margen del río Cares, frente a la zona de los desprendimientos, a fin de avisar a los senderistas si se produjeran desprendimientos. Además «cada vez que alguien se para en la zona quemada para sacar fotos le indicamos que avancen y que no pueden pararse, dado que a lo largo de toda la mañana hemos visto desprendimientos de piedras pequeñas y algunas más grandes», señaló Félix García trabajador del parque. Por su parte, agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León transitaron por este tramo de la ruta del Cares para avisar a los visitantes del peligro de caída de piedras. Al mismo tiempo, inspeccionaron la zona quemada y los desprendimientos, especialmente tras en comienzo de la lluvias.
A pesar de las precipitaciones caídas durante la mañana más de medio centenar de senderistas, nacionales y extranjeros, cruzaron la zona más afectada por el incendio y donde se siguen registrando desprendimientos. «No nos hemos fijado en los carteles ya que íbamos un poco deprisa por la lluvia», comenta un apareja de caminantes. Otros explicaban que tras accceder por la parte Asturiana y después de tantos kilómetros andado «no vamos a darnos la vuelta. Pasamos un poco deprisa por la zona quemada». Algunos reconocían que la curiosidad por ver como había quedado la zona tras el incendio les había hecho iniciar la ruta del Cares. No obstante ninguno de los senderistas se mostró mayormente preocupado por los posibles desprendimientos de piedras.