El nuevo plan del carbón permitirá negociar con la UE el futuro del sector
Soria asegura que el acuerdo marco evita el cierre de todas las mineras en el 2019.
El ministro Soria atiende a la prensa tras su comparecencia en la Comisión de industria.
La firma del Plan de la Minería del Carbón permitirá al Gobierno negociar con la Unión Europea la continuidad de las empresas mineras que sean rentables en el 2019 con independencia de que hayan recibido o no ayudas, indicó ayer el ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, que compareció ayer por la tarde ante la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados.
El acuerdo marco, que rubricaron el martes el Gobierno, Carbunión (la industria extractiva) y los sindicatos, permite negociar con Bruselas la posibilidad de mantener abiertas aquellas minas que sean rentables más allá del 2019, aunque hayan recibido ayudas públicas.
El titular de Industria destacó que el acuerdo es fruto de la cesión de las partes implicadas en sus planteamientos iniciales y atiende «más allá de cuestiones ideales, al rigor económico y a las directrices de la Unión Europea». Soria mostró su convencimiento de que los firmantes del acuerdo han logrado una situación que permite «trabajar por la continuidad de todas las empresas que han sido rentables, en lugar de empujar al cierre a todas las que hayan recibido ayudas, sean o no competitivas».
El ministro no indicó qué empresas se verán abocadas al cierre al no aguantar las condiciones de un plan que supone un progresivo descenso de ayudas a la producción. «Eso se verá con el tiempo», dijo, y confesó desconocer en qué situación quedan ahora aquellas empresas en concurso de acreedores, como es el caso de Coto Minero Cantábrico (CMC), del Grupo Alonso.
La ayuda de la oposición
José Manuel Soria aprovechó su comparecencia para solicitar al PSOE que ayude al Ejecutivo a convencer al comisario de Competencia, Joaquín Almunia, a que autorice la apertura de las empresas. «Si pueden echarme una mano estaría encantado», afirmó.
El titular de Industria hizo una breve radiografía del contenido de este acuerdo, que próximamente se enviará a Bruselas para su aprobación definitiva, destacando, entre otros puntos, la continuidad de las ayudas a la producción, aunque descendientes en el tiempo; las ayudas sociales que se recogen y el reconocimiento de las jubilaciones para los trabajadores mayores de 54 años con once de cotización.
Visiblemente satisfecho con el pacto, Soria también resaltó el consenso alcanzado por las todas las partes para fijar el sistema de bajas incentivada o las inversiones que se recogen para el impulso económico de las comarcas mineras.
Las críticas
En este sentido, aseguró que sienta las bases para que el sector del carbón español sea competitivo y pueda seguir operando sin ayudas públicas, y contrapuso el mismo al que envió el anterior gobierno socialista a Bruselas sin ni siquiera ser negociado con los sindicatos y sin determinar qué empresas se cerraban.
Por su parte, tanto el PSOE como IU felicitaron al Ejecutivo por este acuerdo, pero le reprocharon la tardanza en el mismo. Antonio Trevín, diputado asturiano del PSOE, reprochó a Soria su escaso deseo —lo llamón «alergia»— de sentarse a negociar durante un año y medio, provocando «daños irreversibles» en las empresas mineras y una importante tensión social.
Además, tras advertir a Soria que debe cumplir con sus compromisos, recordó que Carbunión ya ha alertado de que habrá más despidos en el sector.
Finalmente, Jesús Yuste, de IU, dijo que el pacto es poco satisfactorio porque no se descarta el cierre de empresas, y exigió un plan de reindustrialización para las comarcas mineras que garantice la actividad socio-económica en el futuro.