«Mi marido tenía que estar prejubilado»

«Desde el dolor y sin acusar a nadie de la empresa, lo que pasó en el pozo Emilio para mí no ha sido un accidente, ha sido un asesinato». Así de contundente, dolida, desecha, se muestra Itziar Ríos Rivas, esposa de José Luis Arias, el minero asturiano que perdió la vida el 28 de octubre junto a sus cinco compañeros en el macizo 7.

«Y lo veo así —prosigue— porque mi marido no tenía que estar en activo, tenía que estar prejubilado, en su casa y conmigo y con sus dos hijos». Quiere dejar claro que su marido tenía 45 años, «para que luego digan que todos los mineros se prejubilan con 42 años y que son privilegiados. A mi marido le quitaron la vida por no dejarle prejubilarse en septiembre».

Itziar Ríos es leonesa, aunque hace años que vive en Asturias y se siente asturiana. Pero espera que se «haga una buena investigación para que pueda sentirme orgullosa de mi tierra leonesa». Unai e Iratxe, su hijo y su hija, también están destrozados. «Estuviemos 22 años casados y nadie me lo va a devolver», lamenta.