Los propios regantes pagarán los costes y la deuda por los terrenos

El embalse de Villagatón fue construido a mediados de los noventa por la Junta de Castilla y León y por la Diputación, por un coste de unos seis millones de euros. Esta infraestructura daría servicio a los agricultores del río Porcos y a los de la vega del Tuerto, en especial a los que poseen explotaciones en el último tramo de éste, además de mejorar el abastecimiento de agua de los municipios de ambos valles. La presa retendría cuatro hectómetros cúbicos de agua, complementando en un 25% la reserva del pantano de Villameca, con lo que se lograría evitar situaciones como las del año 2012, en el que el Tuerto no sembró remolacha por falta de agua, y la sequía amenazó las cosechas de toda la vega.

Pero para que el embalse se pueda poner en marcha es necesario que exista un colectivo de usuarios dispuestos a asumir el coste de explotación de la presa.

Según la Ley de Aguas, la explotación de la infraestructura por CHD debe sufragarse por un colectivo de usuarios de regantes.

El organismo de cuenca dispone desde hace años de un cálculo aproximado del coste por hectárea que supondría la puesta en marcha de Villameca. El coste anual sería cercano a los 55.000 euros, que repartidos entre las 850 hectáreas previstas supondrían una cifra cercana a 65 euros por hectárea en un año normal.

Durante los tres primeros años a esa cifra habría de añadirse una cantidad suplementaria cercana a 15 ó 20 euros por hectárea, destinada básicamente a satisfacer el valor de los terrenos del embalse, que la propia CHD se comprometió a adelantar a sus propietarios, así como a algunos gastos extraordinarios correspondientes a la puesta en funcionamiento.