La crisis de la minería provoca el cierre de la fábrica de explosivos de Villanueva de Jamuz

Una drástica reducción de la actividad minera de la zona norte de España, que ha supuesto una reducción en el consumo de explosivos». Es el argumento que la empresa Maxam Europe S.A. esgrime para justificar el traslado de parte de actividad de la fábrica que funciona en Villanueva de Jamuz desde 1993.

Tras más de dos décadas implantada en esa comarca, donde se fabrica el producto comercial denominado Rioxam (una mezcla física de nitrato amónico y combustible que se utiliza como explosivo) envasado en sacos de 25 kilogramos, la fábrica dejará de existir en un breve plazo. La misma sustancia se elabora también en la actualidad en otras instalaciones de la compañía ubicadas en Puertollano (Ciudad Real), El Garrobo (Sevilla), Dos Aguas (Valencia) y Torres de Segre (Lérida).

El traslado de la fabricación del explosivo a Burgos supone el paso definitivo del desmontaje de la planta leonesa, cuyo plan de cierre, según publica el BOE ha sido aprobado por la Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

La Secretaría de Estado de Medio Ambiente estima que el proyecto de traslado de la fabricación de Anfo (Rioxam ST) de Villanueva de Jamuz a la fábrica de Páramo de Masa (Burgos) no precisa someterse a una evaluación de impacto ambiental. También determina que los efectos derivados del desmontaje de la instalación son inexistentes con las medidas adoptadas al respecto y que en la primera fase, la de desmontaje de la fábrica en Villanueva, se contempla una exhaustiva limpieza de todos los elementos. Además, la destrucción de los explosivos que puedan derivarse de la limpieza se prevé dentro de las normas de seguridad y calidad integradas en la empresa Maxam Europe S.A. y pertinentemente auditadas. Industria establece un condicionado a cumplir durante el cierre, en el cual hace especial hincapié en los residuos que se generarán y en la gestión a llevar a cabo con cada uno de ellos.

No obstante, el alcalde de Santa Elena de Jamuz, municipio al que pertenece la localidad, indicó ayer que «son intereses de la empresa, al parecer la actividad minera ha bajado mucho aunque también sabemos que las ventas hacia el mercado internacional crecen, pero imagino que localizarán ese producto en otras fábricas», señaló. Hace año y medio la planta ya vivió «un gran traslado de personal», según el regidor. «Algunos de los empleados ya han sido trasladados a otras fábricas que la compañía tiene en otros puntos del país». Además, el regidor aseguró «tener constancia» desde hace meses del traslado de la fabricación a Burgos e indicó que «el Ayuntamiento puso sobre la mesa su colaboración para tratar de frenar y paliar esta situación».

Lo cierto es que Fernández lamentó la pérdida de la actividad «porque han empleado a muchas personas del pueblo, del municipio e incluso de la comarca, teniendo épocas de mucho trabajo» y adelantó su deseo de que «en un futuro breve la situación se reconduzca y la compañía vuelva a mirar a la fábrica que tiene en el pueblo», apuntó. Fuentes de la compañía señalaron que la suspensión de las actividades productivas en León responde a una política de concentración «para seguir siendo competitivos». Añadieron que en estos momentos se estudian las posibilidades que hay para los trabajadores de la fábrica leonesa —actualmente, una decena— entre las que se baraja su traslado a otros centros.