Llamamiento de la alcaldesa de Mansilla a jóvenes en paro para que vayan a cultivar tomate

Mansilla de las Mulas celebró hoy una nueva edición de la Feria del Tomate, que cumple 25 años con la puesta a la venta de cerca de un tonelada de esta hortaliza y la asignatura pendiente de conseguir la denominación de origen de este producto típico del valle del Esla debido a la escasa producción, según señaló la alcaldesa del municipio, María Paz Díez.

Una treintena de stands se dieron cita un año más en la plaza del Grano, donde además de tomates de Mansilla se podían comprar también otras hortalizas de este valle, como son peras, ciruelas o lechugas. Unos expositores que fueron visitados esta mañana por Díez, acompañada del subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, antes de la degustación de varios platos elaborados con el tomate como ingrediente principal.

Un cuarto de siglo para una feria que sigue luchando por ese sello de calidad, aunque la evolución vaya haia una menor producción porque hay menos cultivadores y ya son mayores. “Yo recuerdo cuando era pequeña que iban camiones enteros de tomate para Bilbao, Valencia o Madrid”, cuenta Díez, que añadió que ahora quedan pocos agricultores y, no solo en Mansilla, sino en todo el Valle del Esla”.

Una zona en la que principalmente son huertos familiares y en los que “sólo se cultiva el tomate que creen que van a vender porque tiene miedo de quedarse con el producto allí”. Y es que este tomate es “muy perecero”, explica la alcaldesa, debido a que tiene una piel muy final y no mucha acidez, “con un sabor esplendoroso”. “Es perecero, dura muy poco, desde la semana anterior a esta que ya que había tomate hasta mediados de septiembre”, señaló Díez, que puntualizó que además no ha habido inciativas par realizar después productos elaborados como salsas, dulce o vinagre de tomate.

“Si hubiera producción suficiente la promotora pro denominación de origen del tomate hubiera conseguido ya algo”, aseguró Díez, que recalcó que el primer requisito para ese reconocimiento es una producción mínima que no alcanza el tomate de Mansilla. “Cuando vas dando los pasos para obtener la denominación de origen, ese es el primer obstáculo al que nos enfrentamos”, añadió.

Así, la alcaldesa animó a los jóvenes que no tengan trabajo y que estén pasando por dificultades que vayan a uno de los pueblos de la vega del Esla y alquilen alguna finca para cultivar tomate y alguna hortaliza más. “No lo perderían porque el tomate es un producto que se vende solo, con probarlo se vende”, aseguró Díez, que destacó que el día de la feria se vende todo el tomate. Otra opción sería la unión de agricultores en cooperativas.

El tomate de Mansilla de las Mulas es un tomate sabroso, según Díez, el “secreto” está en la simiente “que guardan de un año para otro” y la tierra, que es muy pedregosa, a lo que se suma el agua del Esla. Tres elementos que unidos son los principales responsables de las peculiares características de este producto.