Manos Unidas abre su popular rastrillo para recaudar fondos

Con la misma ilusión de la primera vez, hace ya 18 años, las voluntarias de Manos Unidas La Bañeza abrieron ayer una nueva edición de su rastrillo solidario. Una cita que precede a la Navidad bañezana y que busca divulgar la actividad de la oenegé y conseguir fondos para los proyectos que la entidad tiene en Bolivia, Mozambique y Zambia.

El párroco de Santa María bendijo este mercadillo de buenas intenciones, instalado en la guardería de Las Misioneras, y donde pueden encontrarse desde artículos donados por los comercios bañezanos, a otros de segunda mano, pasando por los productos de Comercio Justo como cacao, café, turrón o azúcar. Destaca la artesanía llegada de Perú o México. Una oportunidad de oro para ayudar comprando.

Un lugar destacado merecen las voluntarias que durante todo el año preparan esta cita y se dedican, involucrando a sus familiares, a elaborar artículos que luego puedan vender en el rastrillo. No faltan los ramos leoneses, cedidos por Nuestra Señora del Valle, y decorados por las organizadoras.

En el mercadillo, que estará abierto hasta el 14 de diciembre, hay artículos llegados directamente de Togo, gracias a Servando Pan un cooperante que construye escuelas en el país africano. La presidenta de Manos Unidas, Lolita Perandones, destacó la ilusión con el que trabajan en el rastrillo y pidió continuidad para la labor que desarrollan. Además, anunció que el próximo mes participarán en Artemanía.