La brucelosis reaparece en Abelgas e inmoviliza a dos cabañas de vacuno

«Yo llevo trece años aquí y nunca conocí la brucelosis», asegura Rufino Fidalgo, presidente de la Junta Vecinal de Abelgas y uno de los dos ganaderos a los que la Junta ha inmovilizado la cabaña tras detectar un caso positivo y otro sospechoso en sus vacas.

Los servicios veterinarios de la Junta detectaron la enfermedad en una vaca y sospechas significativas en otra en el último control rutinario de la campaña de erradicación de la brucelosis en la cabaña vacuna de la provincia realizado en el mes de diciembre en el municipio de Sena de Luna.

Tras confirmarse los resultados, que los ganaderos aseguran que no les han mostrado, la Junta ordenó el marcaje de los animales, como es preceptivo, y el sacrificio de las dos reses, como se hizo esta misma semana. «Se ordenó el sacrificio también de la sospechosa para evitar problemas», aseguró el jefe del servicio de Agricultura y Ganadería de la Junta, Fidentino Reyero.

Se trata de dos cabañas de una treintena de vacas, en el caso de Rufino Fidalgo, y de algunas más en el caso del otro vecino. La inmovilización cautelar significa que los ganaderos no pueden mover los animales sin autorización de la unidad veterinaria de Villablino. Asimismo, tienen asignado un pasto específico y el código no puede ser adjudicado a ninguna otra explotación en la inminente subasta que se realizará de cara a la próxima temporada.

La inmovilización se prolongará al menos durante tres meses. La unidad veterinaria tiene que realizar un nuevo control al cabo de un mes desde el sacrificio de las reses y, a partir de ese segundo análisis, si da negativo, se realizará un tercero a los dos meses.

Una vez que las dos cabañas «negativicen» los controles los ganaderos recuperarán la calificación sanitaria o tarjeta verde. El responsable de Agricultura en León advirtió que es muy importante que los animales «mantengan el aislamiento y que tanto los ganaderos como el gestor de los pastos, o sea, la Junta Vecinal tomen las medidas para que ese ganado esté aislado».

Resaltó que se trata de dos ganaderías con una trayectoria impecable de calificación sanitaria y lamentó las pérdidas que supone para los propietarios el sacrificio de las reses pues las indemnizaciones no cubren todos los costes que supone.

Asimismo, Reyero descartó que la cepa de brucelosis del ganado vacuno pueda afectar al ganado ovino trashumante que pasa el verano en los puertos pirenaicos de Abelgas. Actualmente, la Brucella abortus (cepa del ganado vacuno) está en niveles «insignificantes» en la provincia, por debajo del 0,2% del censo frente al 1,5% de hace unos años. La B. melitensis (de ovejas) está erradicada.