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Del fuego a la explosión de ayuda
El Ayuntamiento y los vecinos rivalizan en auxiliar a las víctimas de dos incendios. El Pleno aprueba una convocatoria extraordinaria de ayudas a iniciativa del PP, la UPL dona los sueldos por los plenos del trimestre y el pueblo abre seis cuentas bancarias para ayudar a los afectados
Los vecinos sostienen la manguera utilizada en la extinción.
Castrocontrigo combate los efectos del fuego con una explosión de solidaridad. Los siniestros que en unas horas causaron la ruina de una vivienda e importantes daños en otra han encontrado respuesta desde la institución municipal, en la calle e incluso en la Iglesia y, así, el fin de semana carnavalero no ha sido óbice para actuar con rapidez en favor de los necesitados. Ni en el incendio del verano de 2102 se actuó con tanta rapidez, al menos desde el consistorio.
Ya el domingo, la colecta de la misa —en algún pueblo vecino se siguió el ejemplo— se destinó a los afectados y la corporación municipal celebró el lunes pleno extraordinaria y urgente, con un único punto, la aprobación de las bases de una convocatoria especial de ayudas para las dos familias damnificadas, que salió adelante con los votos de los dos grupos municipales, del PP y la UPL, y a la que se añadió una moción leonesista en favor de la creación de parques comarcales, atendidos por bomberos profesionales.
A las ayudas que llegaron al Pleno a propuesta de la alcaldía, la UPL sumó que las asignaciones de sus concejales por las sesiones del primer trimestre —ya son dos y extraordinarias— se destinen a los afectados. En total, 480 euros. El grupo de la oposición quiso que el PP se sumara a la iniciativa, pero como el nivel de acuerdo parecía excesivo en una casa que hace gala de riña más que de consenso, surgió la disputa. El regidor, Aureliano Fernández Justel, señaló que la asignación por la asistencia a las sesiones es de cada corporativo que la recibe —el regidor no dispone de ésta por al cobrar una dedicación parcial—y que hace con ésta lo que mejor le parece.
El caso es que en la polémica también se incluyó la apertura de cuentas bancarias en las que, de manera voluntaria —como con los emolumentos de los plenos—, los vecinos puedan ingresar sus donativos. En total, seis libretas, dos por cada una de las entidades bancarias que trabajan en el municipio y una por incendio, ya que cada familia es un caso y sus necesidades distintas. Y el Ayuntamiento también quiere abrir la suya, por desconfiar de las cuentas vecinales, mientras la UPL entiende que se dé al César lo institucional —las ayudas oficiales— y al pueblo, su iniciativa.
Pero lo importante es que las familias sean atendidas, aunque sea a fuerza de explosiones... de solidaridad.