El Páramo Bajo acaba de reponer 8.700 metros de tubería defectuosa

La tramitación administrativa, el mal tiempo y la necesidad de fabricar el suministro de tuberías no se han sido obstáculos suficientes para cumplir el objetivo de sustituir los 8.739 metros de tubería dañada en el sector I de la Comunidad de Regantes del Páramo Bajo de León y Zamora. A dos semanas justas del inicio de la temporada, el presidente del sindicato de riego, Herminio Medina, anuncia que casi con toda probabilidad las obras concluyan «esta semana. Tragsa —empresa pública a la que se encomendó la obra— ya está probando a ver si hay fugas».

Los regantes consiguen así dar el primer paso a la solución de un problema que les ha costado 119 averías —reventones e inundaciones por roturas de piezas, así como fallos en los sistemas automáticos—, aunque habrá que esperar a los periodos entre las dos próximas campañas para que la totalidad del problema quede resuelto, por lo que no será extraño que haya problemas en los 8.890 metros pendientes aún de sustitución. El coste total de las reparaciones rondará los 5,8 millones de euros.

Para este año también «se ha hecho acopio de piezas especiales» para solventar averías —es otro de los problemas que sufre la zona— y «se sustituirán las remotas —automatismo controlado por telefonía— a medida que vayan fallando».

A principios del mes de diciembre comenzaba la zona y no fue hasta justo antes de la Navidad cuando llegó el primer suministro de tubería. Medina señaló que la sustitución del tramo «comenzó tarde, el tiempo venía malo y la misma empresa tenía que suministrar tubería para los sectores IV y VI, en modernización. Sin embargo, Delta —la adjudicataria de la fabricación— ha cumplido el compromiso con un material que responde muy bien».

«Un 40% de piedras»

El responsable del sindicato de riego añadió que Tragsa ha ejecutado la obra «como se debe», instalando la tubería en condiciones muy distintas a como en su día se hizo. Así, «cuando un notario acudió a levantar acta de los números de tubería levantada —trámite necesario para que la Seiasa reclame el coste de la reparación— levantamos tres tubos con un 40% de tierra de y piedras». La red succiona estos materiales debido a la presión del agua cuando se produce el reventón, convirtiendo los fragmentos en causa de futuras averías al chocar contra la tubería debido a la fuerza del agua.

Medina señaló que en esta campaña de riego los principales problemas de rotura se puede producir en los 4.000 metros en los que se actuará finalizada la campaña de riego, «que es donde más reventaba». Por otra parte, cuando la que se ha sustituido, de la firma Uralita, ya no estalle, «tendremos que ver cómo aguanta la de Tubocyl» —otra marca de conducciones de poliéster reforzado con fibra de vidrio—, instalada «en una auténtica chapuza de obra».

Herminio Medina quiso reconocer «la grandísima labor que ha realizado el subdelegado del Gobierno en León», Juan Carlos Suárez-Quiñones, en la negociación con la Sociedad Estatal de infraestructuras Agrarias, S.A. (Seiasa) para remediar la situación de continuos reventones y de fallos en piezas especiales y remotas de tres sectores, así como la colaboración del director técnico de Seiasa, Joaquín Rodríguez Chaparro, que llegó al cargo después del verano.