Ferduero se debate entre la abstención y el voto en contra del plan hidrológico

La Asociación de Comunidad de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero) aún estudia qué postura adopta para la reunión del Consejo del Agua de la demarcación, que se reúne el jueves con el fin de votar el Plan Hidrológico del Duero (PHD) para el periodo 2016-2021, según explicó ayer el presidente de la entidad, Ángel González Quintanilla.

La asociación mostraba su disconformidad con la nueva regulación de la cuenca en cuanto al aumento de caudales ecológicos, el orden de importancia de los usos del agua, apuntaba como necesarias más regulaciones y destacaba su desacuerdo con el incremento del precio de los servicios relacionados con el agua, la recuperación de costes y la inclusión de los costes ambientales en el marco financiero, entre otras alegaciones presentadas.

El presidente de Ferduero, señaló que pese a la postura que puedan adoptar los regantes, las organizaciones agrarias y otros usuarios, el resultado de la votación no resultará vinculante en sus próximos trámites.

En concreto, Ferduero cuenta con 16 de los «alrededor de 80» votos de un consejo de demarcación «en el que alrededor de dos terceras partes de los representantes pertenecen a la Admministración del Estado y a las comunidades autónomas», según establece la ley. Otros organismos representados son los ayuntamientos y organizaciones relacionadas con la gestión del agua de carácter ambiental, económico y social. «Para nosotros supone una falta de delicadeza el que se tenga en poca consideración a los que tenemos que pagar el agua y sufrimos la regulación», indicó González Quintanilla, que señaló que el PHD deberá estudiarse en el Consejo Nacional del Agua antes de pasar al Consejo de Ministros, «que lo puede aprobar o no con independencia de lo que se haya dicho en el órgano anterior. Es legal, pero no nos parece lo más indicado».

Además, indicó que el Consejo Nacional del Agua «contemplará un solo documento a propósito de todos los planes de cuenca», de manera que no estudiará la regulación de cada cuenca en detalle, «cuando en el Ebro puede que les interese algo totalmente contrario a lo que resulta beneficioso aquí», ejemplificó Quintanilla.

El presidente de Ferduero señaló que el Gobierno central se ha marcado como objetivo la aprobación de los planes hidrológicos antes de terminar la legislatura por los problemas que le ha planteado la Comisión Europea «en materia de depuración. En los últimos cuatro años no se ha avanzado e incluso se ha ido a peor por falta de mantenimiento de depuradoras, motivo por el que Europa podría restringir a España las subvenciones e penalizarle. Con la aprobación de los planes tratan de evitar sanciones».