Riaño libera 107.000 litros por segundo y el Luna prepara ya el desembalse
El Cea, en la localidad del mismo nombre, corre libre por las calles. ACACIO DÍAZ
En el Luna entraban a mediodía de ayer casi cuarenta metros cúbicos por segundo desde la puerta de Sena; y apenas salían cuatro, en una situación previa al desembalse que los responsables de la gestión de la presa anunciaron inmediato a los vecinos de la zona. A mediodía se retiraban rebaños desde las zonas de valles a puntos más altos para evitar daños colaterales de la suelta, en esa liturgia que se repite cada primavera lluviosa que coincide con las crestas de la montaña atiborradas de nieve: un estruendo atronador inunda el valle del Luna antes de que el agua se adueñe del entorno y convierta el paraje en un torrente abundante que arrastra río abajo todo lo que pilla a su paso. El embalse de cabecera ronda hoy un lleno técnico (al 95% de su capacidad) y espera el momento adecuado para elevar las compuertas, inicio del ritual ensordecedor a pie de presa y abre paso a otra riada. Riaño está en una encrucijada similar; con varias vegas ya inundadas Esla abajo, por la presa salían ayer tarde 107 metros cúbicos por segundo (tres veces más que en alta demanda de consumo estival, para medir la dimensión del fenómeno). La cabecera del Esla recibe 53 metros cúbicos por segundo en Boca de Huérgano y cerca de 40 desde Valdeburón. O libera o colapsa. La suelta es brutal; necesaria con la reserva de 200 hm3 que se calcula entre la nieve. La agitación contrasta con otros episodios más tranquilos, en los dominios del Tuerto o el Duerna; aunque las crecidas se verán prolongadas.
Información elaborada por María Carnero, Acacio Díaz, Ana Valencia y Luis Urdiales