ARDE LA FÁBRICA DE SOTO DE LA VEGA
Embutidos Rodríguez, 400 trabajadores, autónomos el 80%, y 130 M€, pendientes de una decisión política
Partidos políticos, Cámaras de Comercio y redes sociales se vuelcan con la empresa. La Junta anuncia una línea de ayudas y una comisión de urgencia para recuperar “en el menor tiempo posible” la actividad de la fábrica
Los trabajadores entran esta mañana en la fábrica de Embutidos Rodríguez tras el incendio
Ahora todo está en manos de las ayudas oficiales, de una decisión política. El futuro de Embutidos Rodríguez, sus 400 empleados, el 80% de ellos autónomos, los proveedores, todos de la zona de La Bañeza, y los 130 millones de euros en ventas y exportaciones dependen de una línea de ayudas que la consejera de Agricultura, Milagros Marcos, comprometió esta mañana durante su visita a la fábrica arrasada por un incendio.
Marcos anunció hoy la creación inmediata de una comisión de urgencia con presencia de la Junta, la empresa y los trabajadores que permita la recuperación de la planta de Embutidos Rodríguez, en la localidad de Soto de la Vega “en el menor tiempo posible”.
Las palabras de la consejera no lograron tranquilizar a los trabajadores, que esta mañana estuvieron, consternados, a las puertas de la fábrica, a donde deberían haber entrado a trabajar, como hacían todos los domingos. En el lugar, se encontraron unas instalaciones arrasadas y, a la puerta, a los empresarios, los hermanos Rodríguez, emocionados, y a un puñado de políticos acompañando a la consejera, que se adentró entre los restos de la fábrica incendiada.
"Lo importante ahora es estar todos juntos para poder superar esta difícil situación", apostilló Miguel Rodríguez, visiblemente emocionado.
“Muchas familias estamos en la calle”, decían casi al lado algunos empleados.
“El 80 por ciento somos autónomos”, apuntaban. "Ha sido muy fuerte, porque nos vamos a la calle sin nada”. Una situación complicada en una comarca en la que “no hay nada” y donde la la agricultura es otra de las actividades predominantes, aunque este año no se esperan buenos resultados como consecuencia de las intensas lluvias del último mes.
Con ellos y con los propietarios de la mayor cárnica de la provincia se volcaron las redes sociales. recibieron decenas de post y tuits de apoyo. También lo recibieron de todos los partidos políticos, que instaron a la Junta a materializar sus promesas de una ayuda rápida, tal como se hizo con Campofrío.
Las Cámaras de Comercio de la Comunidad no se quedaron al margen del desastre y ofrecieron a la empresa sus instalaciones, viveros, oficinas y servicios en León y Astorga.
Mañana será un día clave. Se conocerá quién podrá trabajar y quien se quedará en la calle. Lo anunció uno de los propietarios: "Lo primero es saber dónde no se puede trabajar".
De momento, hay 280 trabajadores directamente afectados porque el fuego ha arrasado sus lugares de trabajo: la sala de despiece, la sala de congelados, el matadero y los almacenes. El incendio se extendió hasta dejar inutilizadas alrededor del 80 por ciento de las instalaciones de esta fábrica de embutidos. A salvo ha quedado el secadero y a duras penas las oficinas.
Los Bomberos de León consideran extinguido el incendio aunque una dotación permanecerá allí durante toda la noche para evitar la aparición de humo, que periódicamente sale de las instalaciones arrasadas, donde se conservan una gran cantidad de sustancias inflamables.
El alcalde de León, Antonio Silván, felició por Facebook y Twitter a los Bomberos de León, a los que agradeció su actuación, y se solidarizó con toda la zona. Lo mismo hizo el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo.
El incendio fue sofocado por los bomberos de la capital y bomberos voluntarios de La Bañeza, que trabajaron en unas condiciones dificilísimas debido al fuerte viento que azotó la zona, que contribuyó a propagar el incendio, a la intensa columna de humo tóxico que era visible a decenas de kilómetros. Tan denso era el humo, provocado al arder las grasas animales almacenadas en la fábrica, el aceite, el cartonaje y los depósitos de amoniaco, que la Policía y la Guardia Civil se vieron obligados a cortar la carretera LE-420 que une La Bañeza con Hospital de Órbigo, y evacuar a todos los conductores y pasajeros de los vehículos. Se barajó la posibilidad de desalojar el pueblo pero finalmente no fue necesario y los vecinos de Soto de la Vega pudieron seguir en sus casas. Con el incendio se ha avivado también la polémica por la falta de parques de bomberos profesionales en la provincia.
Esta mañana, la desolación era patente en la fábrica. Y no sólo en las instalaciones, llenas de hierros retorcidos aún humeantes.También entre una pequeña multitud que esperaba respuestas. Su futuro no está en sus manos.