Las tradiciones populares renacen en la montaña

JOSÉ Mª CAMPOS | PRIORO

Numeroso público se dio cita ayer en la 23 edición de la fiesta de la trashumancia que cada año organiza el Ayuntamiento de Prioro. El primero de los actos fue el concurso-exhibición de perros mastines que congregó a 42 ejemplares de toda la provincia. Como mejor cachorro quedó Tuno, de Isidro García de Cuadros, mejor ejemplar Zoco, de Mª Tránsito Rodríguez de Ambasaguas del Curueño, y mejor pareja Osiris y Marea, de José Manuel Anta de Puente Almuhey. Paralelamente se celebró el corro de lucha leonesa de base. Mientras se desarrollaban las primeras actividades de esta feria, los mayores, muchos de ellos de tradición pastoril, estaban preparando la comida pastoril que por la tarde degustaría cientos de personas.

El acto que más llama la atención desde su puesta en marcha es el concurso de siega a guadaña que llegó a su octava edición. La finalidad es premiar a los mejores trabajos realizados tanto en el aspecto final del cordón o marallo, es decir su limpieza, como en la rapidez de siega del mismo. El marallo tenía una longitud de 20 metros de largo por cuatro de ancho. Los premios fueron de 200 euros para el primero, 100 para el segundo y 60 para el tercero. El más rápido fue José Antonio Rodríguez de La Riba seguido de Juan Cristóbal, de Colunga (Asturias). Tras los actos de la mañana tuvo lugar una comida pastoril en el recinto ferial, dentro de una gran carpa, además de los restaurantes del pueblo.

Por la tarde se celebró una demostración de esquileo de ovejas y una subida al mayo con premio a los tres mejores tiempos. La fiesta finalizó, como ya es costumbre, en Tejerina con una verbena.