FRENTE COMÚN
La Maragatería quiere explotar el oro
Varios ayuntamientos unen sus fuerzas para poner en valor y relanzar la ruta que se fraguó en los años 90 y no ha terminado de despegar.
a.v. | astorga
Los alcaldes de la Maragatería —Santa Colomba de Somoza, Luyego, Lucillo, Santiagomillas y Val de San Lorenzo— y también representantes municipales de Astorga acordaron el martes, en una reunión, retomar la Ruta del Oro mediante unas bases que la desarrollen como recurso turístico dirigido por criterios profesionales y basado en un nuevo modelo de divulgación y explotación. Cabe recordar que hay algunos municipios como Lucillo que ya disponen de rutas habilitadas que recorren este pasado ligado a la presencia romana en la comarca y a la explotación aurífera, un legado que ha quedado marcado en el terreno.
La huella romana en la Maragatería se remonta a los siglos I y II d.C., cuando el curso medio del río Duerna fue objeto de una intensa explotación minera por parte de Roma. En la cima del Teleno se construyeron depósitos y en las laderas una tupida red de canales para el suministro de aguas para las labores del lavado del oro.
Con este trasfondo histórico, que algunos pueblos ya explotan turísticamente, el encuentro fue calificado como «muy positivo» por todos los asistentes. En esta primera reunión para avanzar en la Ruta del Oro se analizó una propuesta inicial para impulsar la actividad turística común con el objetivo de retomar y poner en valor la Ruta del Oro. Una iniciativa que, como se recordará, se remonta 20 años atrás y que fue en declive con el paso de los años. Todos los alcaldes acordaron trabajar e implicarse para que este recurso pueda ser un revulsivo dinamizador.
Los intentos por impulsar esta ruta no son nuevos. En 2008, la Junta concedió al Ayuntamiento de Astorga una subvención de 50.000 euros para reactivar este recurso. Entonces la propuesta también se abrió a la comarca de La Cabrera que, igualmente, cuenta con un rico patrimonio aurífero. En esta nueva etapa la Maragatería ha creado un frente común para tratar de reactivar este recurso a fin de consolidarlo como atractivo.