Caras largas y sobriedad para despedir la fiesta

dl | redacción

El ‘Entierro de la Sardina’ cerró anoche el programa carnavalero en León, un desfile en el que estuvieron presentes las figuras del obispo, monaguillo y fiscal, banda de música fúnebre y cortejo ciudadano de luto, plañideras. La Zafarronada Omañesa (Riello) que acompañaron al cadáver de la sardina hasta su trágico final, en la hoguera. El cortejo recorrió la Calle Ancha, Plaza San Marcelo, Teatro, La Rúa, Fernández Cadórniga, Plaza Don Gutierre, Zapaterías y Plaza San Martín para acabar en la Plaza Mayor, donde tuvo lugar la ‘Gran Hoguera de la Quema de la Sardina’. Previamente el particular obispo había realizado ya su ‘responso’ de Cuaresma. La fiesta finalizó con una sardinada popular en homenaje a la difunta, bajo la colaboración de la Federación de Asociaciones Vecinales ‘Rey Ordoño’. La climatología permitió disfrutar de una jornada relativamente apacible, de tal forma que a pesar de la amenaza de lluvia constante de todo el día, el líquido elemento no hizo acto de aparición, con lo que las sesiones se pudieron desarrollar de forma prevista y para alegría del público, que se acercó a la zona de la Catedral y del Palacio de los Guzmanes especialmente para seguir la evolución del desfile y poder hacer frente a la despedida del Carnaval leonés.