Exigen garantizar los riegos del Esla antes de trasvasar al Carrión

A. Domingo | Redacción

A unos días para que comience la campaña de riego, los agricultores fijan posturas ante la previsible falta de agua de este año, aunque el mes de abril aún puede arreglar en parte la situación. Las diferentes zonas de la cuenca del Duero comienzan las juntas de explotación, en las que lo principal, consideró el presidente de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Porma, Matías Llorente, es «conocer las reservas que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) quiere dejar en los embalses». En la zona Esla «podemos salvar parte de los riegos si se consigue reducir la reserva», apuntó.

En segundo lugar, Llorente plantea el debate sobre el agua «que se va a Valladolid y Palencia», a los riegos del Carrión, gracias a «un trasvase no oficial». «Por un lado, los regantes del Carrión no amortizan la obra del Canal Alto y, además, hay que tener en cuenta que la Ley de Aguas señala que los riegos en precario tiene derecho a agua si las necesidades de los regadíos oficiales se han satisfecho. Conviene recordar que los riegos oficiales del pantano de Riaño son Payuelos, unos sectores de la Margen Izquierda del Porma y el Páramo Bajo». El presidente de los comuneros de la Margen Izquierda del Porma fue tajante: «Los regadíos en precario no los reconoce la Ley de Aguas» y añadió que en el Carrión «no hay esfuerzo alguno de modernización y si el pantano quedó a un nivel tras la campaña pasada fue por el ahorro de agua de las zonas modernizadas».

Baldear la capital

«Por primera vez en la historia del Porma y Riaño tenemos un problema de abastecimiento de agua», apuntó Llorente, para el que la falta de modernizaciones y de amortización ponen en tela de juicio la solidaridad con la cuenca beneficiaria del trasvase. Pero sus avisos van más allá del agua que se desvía a las provincias vecinas. «Quizá le tengamos que decir al Ayuntamiento de León, ciudad que también se abastece del Porma, que no se puede permitir el lujo de baldear todos los días las calles con agua de la traída» e invitó al municipio a ahorrar agua «o cogerla del Bernesga».

Una vez que se conozcan las disponibilidades de agua el reparto es muy claro en los regadíos leoneses, apuntó Llorente. «En las zonas modernizados, se asignan los metros cúbicos por hectárea correspondientes y que los administre el agricultor: cuando los haya consumido, se acabó. Donde riegan a manta, con el agua disponible se calcula a cuántos riegos tienen derecho y punto».