La DGT limita la velocidad en tres tramos frecuentados por ciclistas

maría carnero | león

Cada vez son más las personas que se apuntan a la moda de circular sobre dos ruedas, tanto para moverse por la ciudad como para practicar deporte en la amplia red de carreteras de la provincia. El ciclismo está claramente en auge, lo que puede llegar a generar algunos problemas de circulación, y lo más grave, accidentes que en muchas ocasiones cuestan vidas.

Aunque León es una de las provincias más seguras para circular con bicicleta, ya que su índice de siniestralidad apenas llega al 0,8 por ciento —Barcelona tiene el 23, Madrid el 12,4 y Valencia el 8,3—, los últimos accidentes ocurridos en España y el aumento de la concienciación por parte de la sociedad, ha puesto el foco de atención en la seguridad de las carreteras para mejorar la imparable convivencia entre conductores y ciclistas.

De hecho, la Dirección General Tráfico está haciendo gestiones para señalizar con restricciones temporales la velocidad en vías con elevada circulación de ciclistas en la provincia de León. Se trata de tramos concretos en las carreteras LE-311 (León-Collanzo), LE-315 (en Cármenes) y LE-142 (entre Astorga y Molinaseca).

Esta iniciativa, denominada ‘rutas ciclistas seguras’, ya que se puso en marcha el año pasado en el tramo que une San Emiliano de Babia y Ventana en la LE-481, donde se contempla una reducción de la velocidad máxima permitida de 90 a 70 kilómetros por hora.

En los últimos 16 años un total de 29 personas han perdido la vida en los 696 accidentes de bicicleta ocurridos en León, seis de ellos fallecieron en vías urbanas y los 23 restante en interurbanas. Además, un total de 666 ciclistas resultaron heridos en los últimos 16 años, en el 167 de los casos se requirió ingreso hospitalario, mientras que en 499 no fue necesario ya que resultaron leves o ilesos.

Desde el Club Ciclista León, colectivo que representa a más 200 usuarios, se recuerda que lo más importante para los ciclistas es evitar las carreteras con mayor circulación, como es el caso del Alto del Portillo, o la carretera de Mansilla de las Mulas, y se insiste en la necesidad de que los conductores se reciclen y presten mayor atención a la nueva normativa que obliga a dejar un metro y medio de distancia cuando se adelanta a un ciclista. «Es muy importante respetar esa distancia, y saber que para hacerlo se puede pisar la línea continua, algo que muchos conductores desconocen, ya que si no la propia fuerza del rebufo puede tirar al ciclista y eso puede resultar mortal», recuerda Eduardo Rodríguez Merino, presidente del Club Ciclista León. Este hombre, que lleva más de 17 años organizando rutas y entrenando ciclistas, insiste en que no hay que olvidar que «la carrocería del ciclista es su propio cuerpo», por lo que reclama que siempre se aplique el sentido común tanto cuando se va sobre las dos ruedas como cuando se circula al volante.

Rodríguez Merino recuerda además que «en contra de lo que muchos conductores creen, se puede circular en paralelo, algo que además nos hace más visibles» y recomienda salir de ruta en grupo, evitar carreteras con mucha circulación, y optar por aquellas que tienen los arcenes más anchos y limpios.

El presidente del Club Ciclista León considera que por lo general «hay bastante respeto entre ciclistas y conductores, lo que pasa es que con uno que se salte las normas ya es suficiente para provocar un accidente». También recuerda a los ciclistas que para que «nos respeten debemos cumplir las normas ya que la ley es igual para todos».