El cierre de los arroyos del Duerna acaba con toda la fauna piscícola

PABLO RIOJA | REDACCIÓN

Los cauces secundarios del río Duerna a su paso por los municipios de Castrillo de la Valduerna y Destriana tienen en vilo a los vecinos de la zona desde que el pasado 26 de junio amanecieron sin agua. Según señalan varios testigos, técnicos de la Confederación Hidrográfica del Duero dieron instrucciones a la Comunidad de Regantes de Castrillo para que cerrasen las entradas de los arroyos. Todo ello —insisten— con el fin de que aumentase el cauce principal del río, una medida habitual durante las etapas estivales, sobre todo cuando los años fluviales no son buenos.

La sequía total en ambos arroyos se habría producido presuntamente porque los regantes no tuvieron en cuenta el caudal ecológico que debe dejarse para evitar que se queden sin agua por completo, matando a todos los peces y especies que lo habitan. «La consecuencia terrible ha sido que estas corrientes de agua, en muchos casos de varios kilómetros de longitud, albergaban toda clase de peces —la mayoría truchas— y animalillos del ecosistema piscícola que han muerto», denuncian varios habitantes de Castrillo.

Las también conocidas como zayas ‘volvieron a la vida’ el pasado lunes cuando de nuevo se abrieron las compuertas, pero el daño en la fauna era ya irreparable. «La gente está indignada porque el desastre ecológico se habría evitado simplemente con dejar un 10% del cauce habitual de estos pequeños ríos», insisten. La CHD acordaba el pasado 14 de junio continuar las limitaciones de riego de cultivos plasmada en el sistema de turnos ante el grave déficit hídrico existente en buena parte de la cuenca, tras constatar que las lluvias del mes de mayo habían permitido aliviar el volumen a desembalsar pero no aumentar de modo significativo las reservas de agua.

Según confirma la propia CHD, la aplicación del sistema de turnos de riego a jornadas alternas —aprobada en la junta de gobierno del pasado mes de mayo bajo la regla general de márgenes derechas, días impares, y márgenes izquierdas, días pares— ha ocasionado algunos problemas en zonas donde las tomas se derivan a canales de tierra de considerable longitud y también se han advertido desequilibrios entre tomas de distintas márgenes de algunos ríos, como ha ocurrido en el río Duerna. Para solucionar estas incidencias, desde la CHD se acordó establecer turnos de duración semanal. Además del Duerna, la medida también se está aplicando en los ríos Eria y Omaña, Bernesga, Torío, Curueño, Porma y Esla.

Ya hay constancia de la existencia de los arroyos de Castrillo y Destriana desde el año 1742. El primero arranca unos dos kilómetros al oeste de Velilla y el segundo nace del río unos 500 metros aguas abajo de Velilla. Ambos abastecen lo que en la zona se conoce como «regueros madre» y se unen por debajo de Castrillo para formar un solo cauce. Los cortes en la zona volverán a producirse el lunes que viene. La Confederación Hidrográfica del Duero no descarta controlar el proceso para asegurarse de que esta vez sí se cumple la normativa y se mantiene el cauce ecológico evitando una nueva catástrofe.