Diario de León

LEÓN ■ LOS EFECTOS DE LAS HELADAS

La DO León se queda con el 35% de la uva de una vendimia normal

El estado que presentan algunas viñas no justifica el coste de una máquina o una cuadrilla

Los viticultores estiman que mucha uva no compensa recogerla, por lo que se da por perdida. SECUNDINO PÉREZ

Los viticultores estiman que mucha uva no compensa recogerla, por lo que se da por perdida. SECUNDINO PÉREZ

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León

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A. Domingo | Redacción

La helada de final de abril se ha impuesto a las previsiones del inicio de la vendimia en la Denominación de Origen (DO) Tierra de León y no se llegará a los 2 millones de kilos anunciados en un principio.

Con la campaña al 85%, los viticultores y las bodegas se han visto que mucha uva «no compensa recogerla». «No sólo por segundos brotes» —los que siguieron a la helada—, señaló a este periódico el director técnico de la DO, Alejandro González Jiménez, sino que el fruto no justifica el gasto de la vendimiadora o de una cuadrilla de temporeros. De esta manera, los algo más de 4 millones de kilos de un año normal se quedarán en «menos de un millón y medio», es decir, este año se recogerá poco más del 35% que el año pasado, pese a que en el inicio de la vendimia se pensó que podría alcanzarse un 50% de la cantidad normal. Cabe recordar que en una primera estimación de los daños por las bajas temperaturas se calculó la pérdida de un 85% de producción.

González Jiménez sólo tiene un calificativo para el año en lo que a volumen se refiere: «horrible». Agricultores y bodegas deberán «superar más de un 50% de pérdidas de uva, un mayor precio de la uva y una menor cantidad de producción de vino». Por suerte, el mercado no quedará desabastecido, «gracias a los excedentes de otros años, pero va a ser un año muy difícil en el que habrá que defender los precios en el mercado».

Se calcula que la vendimia finalizará entorno a la fiesta de san Froilán. Sanitariamente, la uva se encuentra en buenas condiciones, dado que el clima seco del verano no ha propiciado las enfermedades y se espera «un vino de calidad excelente», ya que mayormente se elaborarán rosados, en los que la diferencia entre racimos «no influye tanto» como en la elaboración de tintos. Por otra parte, son los primeros los que necesitan las bodegas, al estar formadas las existencias por vinos tintos.

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