PROVINCIA ■ reconocimiento
«Astorga me sirvió de trampolín, me enseñó y me educó en la vida»
El Ayuntamiento entrega al director del CNI, Félix Sanz Roldán, la Medalla del Bimilenario.
El director del CNI, Félix Sanz Roldán, y detrás el coronel del Ralca, Pedro Polo Campo. MARCIANO
a.g. valencia | astorga
Una vuelta a los orígenes. El director del CNI, Félix Sanz Roldán, recogió ayer la Medalla del Bimilenario de Astorga, condecoración con la cual el Ayuntamiento distinguió a este general que tuvo en el acuartelamiento Santocildes su primer destino. «Aquí empezó todo, tenía 22 años y Astorga me sirvió de trampolín, me educó y me enseñó a caminar por la vida», dijo, consciente de que «el verdadero valor de este premio es de quien viene, de un pueblo que me acogió muy joven».
Sanz Roldán, parafraseando a Quintiliano, reconoció que «hay veces que el corazón con nostalgia atenaza la palabra». Un sentimiento vivido al volver a la ciudad. «He sentido lo mismo que entonces», argumentó, compartiendo con los asistentes que «Astorga tiene unos habitantes de una bonhomía extraordinaria, por eso esta distinción me hace sentir un inmenso honor». Además, espera que «con esta condecoración me consideren también un astorgano». Por eso prometió merecerla y hará todo lo posible para ello, «haré recuerdo de esta ciudad, sus gentes y sus lugares y estos recuerdos se verán realizados»
Fue el alcalde, Arsenio García, quien le entregó la medalla y reparando en la historia militar de la ciudad, el regidor volvió la vista a la Legio X Gemina, fundadora de la urbe, «Astorga tiene en sus raíces la esencia militar». García, además, alabó la labor de las fuerzas armadas «una institución abnegada, un ejemplo de coraje y fraternidad». Unas palabras que hizo extensibles al Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Astorga (Ralca) número 63, que también recibió la Medalla del Bimilenario y que recogió el coronel Pedro Polo. El regidor recordó que el acuartelamiento está rozando el siglo de vida en la ciudad y reparó en el apoyo que el Ralca brinda a España y a Astorga. «Bien merecéis esta distinción por todo lo que nos habéis dado y esperamos que pronto el regimiento vuelva a tener lanzacohetes».
En cuanto a Sanz Roldán, Arsenio García hizo alusión a la meritocracia, a su extensa y loable carrera militar. «Has mostrado en tu vida profesional repetidas muestras de tu valía como soldado y servidor del Estado».
En general, el alcalde puso sobre la mesa que ante los momentos de crisis que vive España «todos —cargos con o sin uniforme— hemos jurado cumplir con nuestra Constitución, la de todos los españoles».
El acto, al que asistió el general del Maca, Luis Carlos Forcal, los alcaldes de la zona, la subdelegada de Gobierno, Teresa Mata, o el diputado José Miguel Nieto, entre otros, también contó con las palabras del alcalde de León, Antonio Silván, que remitió una carta. «Las fuerzas armadas velan por nuestros derechos y libertades y con sus actuaciones en el exterior son grandes embajadores de España». Silván también se refirió a la carrera de San Roldán, «una de las trayectorias más brillantes del país», señaló.
Los reconocimientos siguieron con un acto militar en la plaza Mayor y con una cena, donde el periódico local El Faro Astorgano distinguió con el premio de honor a Félix Sanz Roldán. También galardonó al Ralca y a título póstumo al arquitecto Javier Pérez.