Pan inmaculado para Villamondrín

Un lujo hace más de cien años, convertido hoy en tradición. Villamondrín de Rueda —en el municipio de Valdepolo— celebró la fiesta de la Inmaculada Concepción con el reparto de hogazas de pan a todos los asistentes a misa —niños y mayores—. La tradición cuenta que una mujer dejó como herencia al pueblo unas tierras para que fueran cultivadas. El fruto de esta labor debía repartirse entre los vecinos en forma de pan blanco para festejar la Inmaculada, tradición que se mantiene. Algunos dicen que este legado se produjo y en el siglo XIX pero hay quienes aseguran que su antigüedad podría alcanzar los 300 años. Sea como fuere, en Villamondrín siguen apreciando el plan blanco, bien amasado y cocido, un producto que incluso en la centuria pasada la mayor parte de las familias españolas no podía permitirse. | dl