Diario de León

ESPINOSA DE LA RIBERA

Un agricultor denuncia al Ejército por causar daños en sus parcelas

Militares y vehículos aterrizaron en sus fincas de colza y centeno

Los vehículos dejaron roderas en las fincas e incluso formaron nuevos caminos. F. OTERO PERANDONES

Los vehículos dejaron roderas en las fincas e incluso formaron nuevos caminos. F. OTERO PERANDONES

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A. Domingo | Espinosa de la Ribera

Que los agricultores llevan un año mirando al cielo a la espera de la lluvia que humedezca la tierra y llene los pantanos no es noticiable. Pero si en vez de precipitaciones el campesino ve caer sobre sus campos soldados y vehículos militares, estropeando la colza y el centeno que la sequía ha dejado crecer el cabreo alcanza un grado supino y puede terminar con una denuncia ante la Guardia Civil.

Es lo que le sucedió a Jorge Álvarez Campillo, un agricultor que trabaja tierras alquiladas a la Junta Vecinal de Espinosa de la Ribera —en el municipio de Rioseco de Tapia—, en el paraje Madavia. El ejercicio de la Brigada Paracaidista Listed Paratrooper, que se desarrolló el 21 y 22 de noviembre, causó daños en cinco de las parcelas que explota y en una extensión aproximada de 105 hectáreas, según recoge la denuncia que formuló esta semana ante el puesto de la Benemérita en Carrocera.

Los daños, pendientes de valoración, son especialmente graves, apuntó, en una finca en la que ensayaba el cultivo de siete variedades diferentes de colza «para decidir la siembra del año que viene», en función de los resultados obtenidos. El paso de soldados y vehículos, en unas maniobras en la que participaron más de 800 militares, han arruinado la prueba. El agricultor siente rabia no sólo por los daños, sino también por detalles como ver que aún quedan algunos cartones que protegían a los vehículos lanzados desde los aviones o cómo las ruedas de éstos y las botas de la tropa abrieron auténticos caminos en plena finca —en el mejor de los casaos, dejaron roderas— e incluso maniobraron junto al camino, arruinando la sementera, sin considerar el uso de éste para evitar el daño, lamentó.

Dicho y hecho

«Supimos en agosto su intención de realizar las maniobras y advertimos que en noviembre todo esto iba a estar sembrado, por lo que no podrían llevarse a cabo. Pero no hubo respuesta», aseguró Álvarez. Pero el ejercicio —encaminado al rescate de civiles en territorio hostil— se desplomó sobre las fincas y el agricultor, que sembraba unas tierras en la zona, corrió hacia el lugar de las maniobras. «No tardaron en darme el alto: ‘Está usted entorpeciendo una misión de las fuerzas de seguridad del Estado’, me dijo un militar, al que respondí que a mí me estaban estropeando las tierras». Habló «con el teniente al mando» y recurrió al auxilio de la Guardia Civil de La Magadalena. Según recoge la denuncia, los mandos militares aseguraron a los agentes que se personaron en el lugar «que se harán cargo de todos los daños ocasionados por las maniobras y el lanzamiento de paracaídas». Pero, pasados los días, Álvarez Campillo no ha recibido una respuesta satisfactoria. Así que el Día de la Constitución presentó una denuncia exigiendo la reparación de los daños.

Uno de los vehículos que cayeron sobre la sementera y restos de embalaje. JESUS F. OTERO

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